En muchos sectores los niveles de precipitación alcanzaron valores con baja probabilidad de ocurrencia para la segunda quincena de diciembre, período dentro del cual se lograron acumular lluvias que superaron el valor estadístico correspondiente a todo el mes.
Las lluvias de diciembre lograron un piso de 130 milímetros en una vasta zona que comprende gran parte del norte de BA, buena parte de las áreas productivas de CB y, en forma muy homogénea, las precipitaciones cubrieron generosamente las provincias de SF y ER, donde se observaron importantes desvíos positivos respecto del piso antes mencionado, en zonas reducidas llegando a duplicar esta marca.
Estas precipitaciones se observaron principalmente después del 14 de diciembre. Hasta entonces las lluvias habían sido modestas y la influencia de las masas de aire frío que aún acechaban el sur de la región pampeana, marcaban su señal deficitaria sobre el patrón pluvial de las provincias del centro. En cuanto lograron imponerse las masas de aire tropical, el vuelco en el comportamiento de las lluvias sobre la franja central del país fue muy marcado. De acuerdo a como están distribuidos los máximos pluviales, el sistema de alta presión del Atlántico transportó con mayor eficiencia la humedad sobre el centro de la región pampeana, relegando zonas importantes del norte del país y sin alcanzar satisfactoriamente al sur de la región pampeana.
Sobre el NOA, la influencia del flujo de humedad amazónico ha sido pobre y salvando áreas reducidas, la oferta de agua no ha sido buena. Tampoco se dieron buenas lluvias sobre el centro de la zona algodonera, observándose una mejora sobre el sur de CH, el norte de SF y el sudeste de SdE. El sur de la región pampeana tuvo un comportamiento pluvial entre pobre y muy pobre, mas grave sobre el sudoeste de BA y sur de LP, con excepciones bien marcadas como las observadas dentro del partido de Tres Arroyos, fundamentalmente en el último evento del año.
Analizando las precipitaciones mediante la comparación con los valores estadísticos (1973-2019), las lluvias de diciembre quedan clasificadas en las categorías que expresa la escala.
Se destacan las dos franjas deficitarias que se despliegan sobre el norte del país y sobre el sur de la región pampeana. Este comportamiento afectó también con intensidad la región cuyana y puntana y solo sobre el final se corrigió sobre el centro oeste y sudoeste de CB. El centro norte de la Mesopotamia también se vio afectada por lluvias modestas.
En el sur de la región pampeana se destacan las buenas lluvias observadas en Tres Arroyos, donde los acumulados generan una excepción dentro de un contexto de gran escala que se movió dentro de valores deficitarios. Debido a la forma en que llovió en el sur de BA durante la última semana, no se descarta que se hayan observado otras excepciones, las cuales escapan al monitoreo que puede realizarse mediante los datos oficiales.
Compensando las franjas con lluvias escasas, la mayor parte de la zona núcleo recibió precipitaciones que, de acuerdo al paso que traía el mes diciembre, pueden considerarse excepcionales y en algunos casos fuera de las previsiones (principalmente el evento del 14/12). Los acumulados en un vasto sector de las provincias del centro superan los valores normales, con zonas de ER y en menor medida SF, donde los registros fueron muy abundantes. Esto también se vio en CB pero en forma más puntual, aunque posiblemente con más despliegue que lo que se muestra en el mapa. La transición desde la abundancia pluvial en el norte de BA hacia la escasez en el sur es progresiva, pero igualmente se genera un fuerte contraste en la condición hídrica con que se ingresa al mes de enero.
En términos de temperatura, el mes de diciembre también quedó diferenciado entre quincenas, con una primera parte más fría, principalmente sobre el sur de la región pampeana condición que influenció negativamente el patrón pluvial de la franja pluvial La segunda parte, con mejor circulación de aire de origen tropical repercutió en el comportamiento térmico, el cual dejo algunas jornadas sofocantes sobre el final de 2019, sin llegar a configurar una ola de calor.
Los primeros días del año se han presentado con algunas lluvias costeras, pero las condiciones de circulación recién comienzan a recomponer un escenario con mayor carga de humedad en la atmósfera, lo cual posterga el retorno de los sistemas precipitantes de importancia.