La sensación de hambre es la forma en la que el cuerpo humano expresa su necesidad de recibir energía y nutrientes para funcionar adecuadamente. Mientras comemos se generan señales que provocan la sensación de saciación que es la que determina que dejemos de comer. Luego de comer el cuerpo siente saciedad por la influencia de hormonas que mantienen el hambre suprimida e inhiben la ingesta por un período de tiempo variable.

Uno de los alimentos que mejor contribuyen en la sensación de saciedad es la carne de pollo debido a que su principal componente son las proteínas. Además, tiene bajo aporte calórico y puede prepararse de manera que exija una mayor masticación, factores que favorecen el consumo de la porción justa de comida y por ende al control del apetito.

Mediante las sensaciones de hambre, saciación y saciedad el cuerpo se encarga de regular el apetito para mantener un equilibrio en todas sus funciones.

Fuente: Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP)