Fue un acto inaugural de la Rural distinto. Por primera en 132 ediciones lo encabezó una mujer, la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, que reemplazó a Mauricio Macri –de gira comercial por Sudáfrica- en el rol reservado todos los años al titular del Poder Ejecutivo.
Además, esta vez no hubo contrapuntos como los que han hecho famoso al palco
de Palermo, que ayer estuvo más repleto de empresarios que de políticos. Eso sí
se piensa en términos nacionales, porque el oficialismo presentó algunas figuras
y la oposición estuvo prácticamente ausente. Pero los ministros del G-20 que
participaron le dieron un alto vuelo diplomático como nunca antes.
A la hora de los discursos, en un ambiente de mucha cortesía, el anfitrión Daniel Pelegrina, presidente de la Rural, agradeció que “desde hace poco más de dos años el Gobierno empezó a equiparar nuestra situación con otros sectores de la economía”, y que “se comprometió a eliminar y reducir injustas retenciones”. Pero enseguida criticó a la inflación como “la peor enfermedad económica” y luego afirmó que “la presión tributaria es asfixiante, consecuencia de un tamaño insoportable del Estado que no está adecuado a la realidad económica y productiva”.
Lo escuchaban el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Agrondustria, Luis Miguel Etchevehere, a quienes no les resultaron simpáticas esas demandas. Al otro ministro presente, Guillermo Dietrich, de Transporte, le tocó el sayo cuando Pelegrina pidió mejorar las condiciones de infraestructura.
Sus quejas también apuntaron a “las altas tasas de interés que complican las inversiones” y la necesidad de mejoras en la infraestructura”. Incluso deslizó algún dardo hacia el gobierno de María Eugenia Vidal, al protestar contra el Impuesto Inmobiliario Rural, que ha levantado polvareda en el interior bonaerense.
Con todo, el tono estuvo lejos de ser confrontativo. Si bien expuso algunos reclamos, todo lo que dijo el representante del campo fue medularmente de apoyo a la política económica del Gobierno Nacional. Ponderó “las señales claras que nos permiten sembrar con las mismas condiciones con las que luego podemos cosechar”.
Cuando dijo que “hay que ampliar la base de contribuyentes para repartir la carga con más equidad”, recogió uno de los aplausos más efusivos. Y también conectó bien con la expectativa del auditorio cuando opinó que “el equilibrio fiscal debe lograrse ampliando la producción y no perjudicándola con gravámenes".
Otra definición fuerte fue cuando dijo “nuestro predio”, en referencia al litigio judicial que existe por la propiedad del espacio palermitano donde se desarrolla la muestra.
Con todo, el mensaje de fondo del dirigente de origen tambero, fue una defensa férrea del sector que representa. “Argentina sale delante de la mano del campo”, destacó. Y concluyó: “Estamos de pie, orgullosos de ser productores agropecuarios, con la mirada puesta en el futuro, conscientes de nuestra responsabilidad de producir alimentos para el mundo entero”.
En tanto, Michetti, se movió como si estuviera en una reunión de amigos. Siempre sonriente y dejando claro de entrada que venía de “la Pampa Húmeda, donde el campo es el motor de la economía”.
Lo más esperado de sus palabras fue cuando transmitió el mensaje que le encomendó Macri. “Me pidió que les dijera que sigan trabajando, que nunca pierdan esa fuerza para producir, porque estamos en el camino correcto y cuando el campo crece, crece la Argentina”.
En todo momento, Michetti buscó emular la buena sintonía que tiene el Presidente con este sector económico, incluso citando frases de Macri. "Queremos ayudarlos a ser más competitivos que nunca. Ustedes nos demuestran año a año que sí se puede", arengó.
No hizo mención a la debatida cuestión de las retenciones. Sólo podría tomarse como referencia de eso la siguiente oración: “Seguimos confirmando que cuando al campo se le saca el pie de encima enseguida demuestra todo lo que es capaz de hacer”.