El objetivo de un rodeo de cría siempre ha sido obtener un ternero/vaca al año. Esto no es fácil de lograr, ya que si se tienen en cuenta que la gestación de las vacas dura en promedio unos 283 días (9 meses), quedan solo tres meses para volver a preñarlas. Además, luego de parir, existe un período de puerperio que puede durar 40 días. La vaca es poliéstrica continua, esto significa que cuando no está preñada tiene celos (ovulaciones) regulares de manera continua en promedio cada 21 días. Esto propone para el productor un gran desafío, porque si pretende preñar las vacas en el mismo mes donde se preñaron el año anterior, tiene solo dos celos (42 días) para lograrlo.
En años donde las cuestiones climáticas, como la sequía, ponen en riesgo la
condición corporal de las vacas, se puede correr el riesgo de tener un gran
porcentaje de vacas que entren en un anestro muy prolongado y lleve a tener
malos resultados en cantidad y calidad de preñez.
"Desde Biogénesis Bagó estamos proponiendo la utilización de herramientas que
hoy en día están disponibles para el productor ganadero, para tratar de ser más
eficiente en la faz reproductiva de los rodeos, aumentar los porcentajes de
preñez e incrementar la producción de carne. A raíz del conocimiento de lo que
es el ciclo estral de los bovinos, nos ha permitido, mediante la utilización de
distintas hormonas, sincronizar los celos e inducir la ciclicidad en los
rodeos”, destacó Juan Cruz Muriel, gerente de asesoramiento técnico en salud
animal.
La "Inseminación artificial a tiempo fijo", es una técnica que permite inseminar una totalidad de rodeo en un corto período de tiempo. "Esto significa preñar entre un 40% y 60% de las vacas que vienen a inseminación en un solo día. Esto se realiza mediante la utilización de distintas hormonas que van aplicada en un protocolo que debe estar dirigido por un veterinario", afirmó Muriel.
"Esta técnica es muy beneficiosa desde el punto de vista sanitario y productivo. En Argentina hoy se insemina de manera artificial entre el 13% y 15% del stock de hembras bovinas, por lo que aún resta mucho por crecer. Lo que pretendemos es difundir esta técnica entre productores para masificar su uso", informó, y agregó: "adelantar y concentrar preñez, aumentar la cabeza de parición, preñar vacas en anestro e incorporar genética al rodeo, son algunos de los beneficios que tiene esta técnica que se traducen en un aumento de un 10% al 20 % en la producción de carne por obtener mayor cantidad de terneros y más pesados", cerró el gerente.