Casi cerrando el mes de julio, cuando las siembras de trigo comienzan a cerrarse, las necesidades hídricas no son importantes, pero la demanda de lluvia para mantener este buen patrón de humedad no es parejo.
Partiendo del estado actual de humedad, puede estimarse cuál es la demanda de precipitaciones para alcanzar o conservar un estado adecuado de humedad para el desarrollo de los cultivos de invierno y es aquí donde comienzan a resaltar las diferentes demandas, remarcándose el patrón este oeste como principal configuración de las necesidades hídricas.
Podemos observar que gran parte de BA, ER y SF, configuran una zona con necesidades pluviales bajas o nulas, es decir ingresan a la última parte del trimestre frío sin ninguna presión para mantener una disponibilidad de humedad favorable para el desarrollo de las sementeras. La demanda se posiciona más exigente sobre la franja oeste.
En general se puede concluir que el núcleo tributario de Rosario, hasta los partidos cordobeses de Marcos Juárez y Unión, como así también la zona de influencia de Laboulaye, se ubican dentro de un valor de demanda que puede considerarse razonable. A medida que avanzamos al oeste, las lluvias necesarias comienzan a denotar valores estadísticamente difíciles de lograr en la transición hacia el mes de agosto.
Teniendo en cuenta el comportamiento esperado para las lluvias de los próximos días, es razonable prever que este mapa se sostenga en el tiempo y se repita a lo largo del mes de agosto. Es decir es más factible que haya zonas del este con excesos temporarios que áreas del oeste con recuperaciones destacadas.
Hacemos hincapié en que estas diferenciaciones en la demanda de lluvias es bastante común en esta época del año y de alguna manera define las potencialidades de las distintas zonas trigueras. Evidentemente los cultivares de trigo que se han implantado hacia el oeste, tendrán un tránsito más dificultoso hacia la floración y por lo tanto su desarrollo vegetativo puede verse afectado. Aun teniendo en cuenta esto, el área sembrada es importante y la producción triguera de esta campaña puede alcanzar valores más que satisfactorios. De concretarse este escenario, se perfilaría una gruesa con cierto alivio económico para el sector, luego de una gruesa muy compleja en los resultados a gran escala.