Argentina es referente mundial en la exportación de granos, también reconocida por su carne y sus vinos, entre otras cosas. Pero también, se destaca por la transmisión de conocimiento. Donde haya estado un argentino comprometido con su trabajo deja su huella.
Juan Acutain y Francisco Podestá son ejemplo de esto. Ambos están aportando su know how para aumentar sustentabilidad y productividad en África. En este caso, para una empresa norteamericana en Uganda.
La historia empezó con otro argentino, Eduardo Brown, que hace 40 años vive en Estados Unidos. El, junto a los hermanos Phillip y Ben Prince, dos jóvenes sub-30, hace unos años decidieron ayudar a un orfanato de Uganda. ¿Cómo lo hicieron? Poniendo en marcha un criadero de cerdos que le permitiera al orfanato autoabastecerse económicamente.
Una vez allí vieron una oportunidad en el trading (la comercialización) y nació Agilis Partners. Así fue como instalaron varios centros de recepción de maíz donde pequeños productores (típicos en Uganda) de media o una hectárea llegan con sus bolsas con espigas de maíz cosechado a mano. Ellos se los pesan, ven la calidad y se los compran. Pero además los financian si es necesario para la compra de semilla.
Hoy ya tienen 90 centros de recepción pero también armaron una planta de silos en Masindi, donde tienen el centro de operaciones.
En 2014 evaluaron la posibilidad de empezar a producir granos ellos mismos. Para asesorar en la estrategia y evaluar posibilidades agronómicas se sumó al proyecto el argentino Francisco Podestá, un asesor técnico que trabaja desde Argentina y cada tanto viaja a Uganda. El otro argentino que se sumó más recientemente al proyecto es Juan Francisco Acutain, que está en Uganda desde febrero de 2018 abocado a la puesta en marcha de las distintas estrategias productivas.
Arrancaron con 20 hectáreas. La última campaña sembraron 2500 y para la 2018/19, esperan tener 3000. En un contexto de agricultura de subsistencia, el desafío es desarrollar una agricultura de escala. Agilis Partners es la empresa que más siembra en Uganda.
En lo agroclimático, tienen entre 20 y 28 grados casi todo el año, con un buen aporte hídrico. Hacen dos cultivos por año. “El cultivo más importante acá es el maíz, maíz blanco para consumo humano, es el más protocolizado y para el que hay más insumos”, contó Acutain. El de los insumos es un tema no menor, porque no se consiguen fácilmente.
“Tanto maíz sobre maíz debilita el sistema productivo y favorece la aparición de insectos y enfermedades, por eso empezamos a probar rotaciones”, relató Acutain. La última campaña, de las 2500 hectáreas sembraron 1900 con maíz, 150 de soja y el resto con girasol. Como los rindes fueron buenos, para la próxima campaña que empezó en agosto se van a implantar 1000 hectáreas de maíz, 1500 de girasol y 500 de soja”.
La media de rendimiento de maíz en Uganda es de 2400 kg/ha con más de 90% de la producción en manos de pequeños productores con media, una o dos hectáreas que cosechan a mano. “Nosotros logramos casi el doble, 4500 kg/ha de maíz, con buenos híbridos y maquinaria de punta, pero creemos que si se dan las condiciones podrían llegar a los 6000 kg/ha”, apuntó Acutain.
En lo que respecta al girasol se hace muy poco en Uganda. La media de rindes de Agilis es de 1500 kg/ha. Sin embargo esta campaña lograron hasta 2500 kg/ha, “que es el rendimiento que nos permite competir con maíz e incluirlo en la rotación”. En soja es donde menos experiencias tienen pero tienen esperanza de alcanzar los 2500 kg/ha. También probaron con sorgo, porque el jarabe de sorgo se usa para hacer cerveza libre de gluten.
Una de las limitantes son los suelos. “Generalmente llueve bien pero la mayoría de los suelos son someros, con entre 3 y 4 % de materia orgánica, 20% de arcilla, 50% de arena, son buenos pero poco profundos y a los 40-60 centímetros aparece la tosca”, ejemplificó Acutain. Además, las altas temperaturas favorecen una evaporación violenta. Diez días sin lluvia son letales.
El girasol se hace muy poco en Uganda. La media de rindes de Agilis es de
1500 kg/ha. Sin embargo esta campaña lograron hasta 2500 kg/ha
El girasol se hace muy poco en Uganda. La media de rindes de Agilis es de 1500
kg/ha. Sin embargo esta campaña lograron hasta 2500 kg/ha
En este contexto agroclimático, surge la posibilidad de pensar en la siembra directa como una opción para conservar humedad y reducir erosiones hídricas. Pero claro, con dueños norteamericanos y un jefe de operaciones es inglés, dos países sin tradición de directa, todavía se hace difícil imponerla. “No tengo dudas que el sistema a futuro es la siembra directa”, manifestó, convencido, Podestá. Y agregó: “También es difícil pensarlo en un sistema como el que venimos teniendo hasta ahora de maíz sobre maíz, donde queda muchísimo rastrojo complicado de manejar, por eso, lo primero es afianzar la rotación con girasol y soja, y luego la siembra directa va a llegar”.
Desde Agilis trabajan mucho en la capacitación y en facilitarle a los farmers locales el acceso al conocimiento. Para ello, entre otras cosas, organizan dos veces al año un Farm Day, donde visitan campos de la empresa 400 productores de la zona. Incluso tienen ciertos protocolos que comparten bien básicos para entregarles.
Vale recordar que, al igual que en casi toda África, el uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) está prohibido en Uganda. La biotecnología, por ahora, sólo está permitida en Sudáfrica (el que más OGM produce), Egipto, Sudán y Burkina Faso.
Otra de las dificultades a superar es la logística. Dos cuestiones al respecto: 1) Agilis Partners tiene toda la maquinaria propia. Pero este parque de maquinaria cuenta con un respaldo de repuestos en un galpón del campo donde tienen más piezas que muchos talleres oficiales. De lo contrario, quedarían a merced de tiempos muy largos de reposición: una pieza puede tardar 1 ó 2 semanas en llegar. 2) La provisión de insumos también es particular. “Por empezar no es fácil que el banco te de créditos, incluso a una empresa como la nuestra, por eso, con los insumos, tenemos un acuerdo con el banco: ellos compran el producto y lo tienen guardado en nuestro campo; cuando los necesitamos, vendemos granos, les pagamos y los usamos, es engorroso pero es lo que nos deja tranquilos de poder responder rápido ante una plaga o enfermedad, por ejemplo”, relató Acutain.
Actualmente, el ingeniero argentino trabaja mucho en la ambientación, con mapas de suelo, análisis de suelo para identificar PH, profundidad, etc. “Solapamos estos mapas con imágenes satelitales y mapas de rinde y vamos ambientando para después hacer, por ejemplo, fertilización variable”, explicó.
Para Podestá, África ofrece un potencial enorme. “Sobre todo la parte central tropical, donde hay 300-400 millones de hectáreas donde se podría hacer agricultura, obviamente en muchos países hay cuestiones políticas, atraso general en adopción de tecnologías, pero el potencial es enorme”, reflexionó.
Potencial africano
El continente africano se presenta como un mosaico de situaciones. Con algunos países en donde hay mercados relativamente desarrollados, suelos aptos y lluvias de 2000 milímetros. Pero también hay otros con mercados muy irregulares, escasas garantías políticas y una agricultura de subsistencia.
Puntualmente Uganda es un país sin salida al mar, en el centro-este del continente, que limita con otros Tanzania, Ruanda, Congo, Burundi, Sudán y Kenia. La capital es Kampala. A 200 kilómetros de ahí vive Juan Acutain, en un pueblo/ciudad rural llamado Kigumba (18.000 habitantes). La ciudad más importante cerca es Masindi, de 100.000 habitantes. Sin embargo, para hacer “las compras”, cada 15 días, Acutain y su mujer se trasladan a Kampala, porque “las cosas importantes las encontrás ahí”.