Luis Caputo, presidente del Banco Central, conversó ayer martes en su despacho con Clarín y La Nación. Fue al cierre de la jornada en la que el dólar subió 5 centavos y hubo un vencimiento de Lebacs por $ 530.000 millones. Esta semana el Banco Central lanzó una batería de medidas. ¿Se estabilizó el dólar? A continuación, un resumen de la charla con Caputo sobre este y otros temas.
-La subasta de dólares quedó desierta ayer, ¿cómo lo interpreta?
-La participación del Banco Central está supeditada a alguna anomalía que vea. El mercado operó ayer tranquilo y en un rango chico. Estamos entrando en una mayor estabilidad cambiaria y del dólar.
-¿Qué balance hace la licitación de las Lebac de este martes?
-Salió mejor de lo que estimábamos. Calculábamos 50% de renovación y fue 60%. Sabíamos que muchos bancos se iban a pasar a Leliq, también tenemos el bono que se lanzó el lunes y que ya empezamos con la cancelación de las Letras Intransferibles y las Lebac del Banco Central. Estamos limpiando nuestra hoja de balance. También sabíamos que había otros entes públicos como el FGS y de la Provincia de Buenos Aires que necesitaban dinero para sueldos.
-¿Cómo sigue la recompra de Lebacs?
-Nuestra meta es cancelarlas en tres años pero mi objetivo es terminarlo lo antes posible. Planteamos ese lapso porque necesitamos financiamiento para lograrlo pero no podemos pronosticar cuanto podremos hacer por trimestre.
-¿La depreciación del dólar tuvo que ver con mala praxis de la anterior gestión del Banco Central, es algo acordado con el FMI?
-El FMI no nos pide ninguna depreciación real de la moneda. Sí está contento con la política de tener un tipo de cambio flotante para absorber shocks. Fue casi la primera medida que tomamos como gobierno y que para Argentina es clave porque somos un país que necesita del financiamiento internacional y por lo tanto está expuesta a shocks. El FMI no pide ningún nivel tipo de cambio en particular, coincide con que flote.
-Las cerealeras en junio liquidaron US$ 2.300 millones, ¿ayudó?
-Han estado más activas en la última semana y media. Fin de la semana pasada asumieron vender US$ 4.000 millones para el resto del mes y otro tanto para el siguiente. Los flujos de dólares están más equilibrados de lo que el mercado demuestra. Pero lo que pasa es que cuando el mercado va para arriba o para abajo, se dirige sólo hacia un lado, y eso tienta más a la especulación. Cuando sube, el que tiene dólares los guarda más. Y el que tiene que comprar se lanza de lleno. Claro que hubo especulación en muchos actores. Pero eso es válido y natural. Es parte de los mercados.
-¿Hasta qué punto la baja de retenciones escalonada no exacerba este comportamiento?
-Algunos levantaron ese punto. Pero no nos gusta cambiar las cosas y nos comprometimos a algo. No creemos que haya una situación que amerite cambios. Los flujos de dólares están más equilibrados. El que se quiso dolarizar, creo, ya lo hizo en un alto porcentaje. Vamos a una prolongada estabilidad cambiaria.
-¿Estabilidad en estos niveles?
-En lo que el mercado diga.
-¿Sin movimientos tan bruscos?
-Nuestra idea es darle certidumbre al mercado. Mientras no veamos disrupciones, no habrá problema. Hacienda venderá estos dólares [N.E.: desde mañana ingresarán US$ 7.500 millones del FMI a una cuenta del Tesoro en el BCRA], en función de sus necesidades. Pero está bueno que lo comunique porque es una forma de que el mercado vea cuál es la oferta en los próximos meses.
-¿Qué sensación tiene con la decisión de hoy del MSCI? ¿Argentina recibirá la calificación de economía emergente o seguirá siendo de frontera?
-No lo sé. Un banco [N.E.: JP Morgan] dijo que el 75% cree que Argentina será recategorizada como emergente. Pero de vuelta, no lo sé. La parte positiva es que los precios están valuados como si el país no consiga la nota de emergente. Si sale, el efecto será positivo.
-¿Cómo es la relación con el FMI?
El diálogo con el FMI es diario. En la práctica charlamos todo y entablamos una relación de confianza.
-Sturzenegger dijo que se había perdido credibilidad. ¿Hacen falta más medidas para recuperarla?
-El mercado muchas veces juzga con el diario del lunes y creo que Sturzenegger hizo un súper trabajo. Más allá de eso siempre hay medidas para tomar y las que hemos tomado ayudaron mucho a llevar calma en estas 48 horas. Vamos a seguir tomando medidas, tengo varias cosas en carpeta que analizamos y espera llevar a la práctica pronto. Una prioridad es desarmar las Lebac del balance del Banco Central. Será bienvenido para los mercados. Esto es importante porque el hecho de normalizar los mercados hace que las empresas privadas puedan acceder al financiamiento y eso es clave. Nosotros tenemos el dinero del FMI pero tenemos que lograr que las firmas pueden re-acceder a tasas razonables.
-¿Hubo de abuso con las Lebac?
-Abuso no diría. Fue consecuencia de las políticas. Financiábamos nuestro déficit en el extranjero y no teníamos capacidad de reabsorber esos dólares. ¿Cuál era la alternativa? Ahora, que aumentó la demanda de dólares, es un buen momento para revertir esa situación.
-¿Tiene un nivel del dólar en la cabeza aunque no lo diga?
-No, nuestro objetivo es que el mercado funcione normalmente. Si empieza a verse una disrupción importante, entonces se corrige.
-¿Y si vuelven a ingresar capitales y se atrasa el dólar?
-Eso es parte del juego de tasas. Como siempre hay una suerte de arbitraje. Un dólar más alto hace las empresas más competitivas eventualmente, puedan traccionar más el crecimiento. Otros dirán que impacta más en la inflación.
-¿Es peligroso desarmar las Lebac con una tasa tan alta?
-No. Depende de cómo se haga. Nosotros pagábamos 40% por las Lebac que estaban en poder de los bancos. Las reemplazamos por un bono a dos años al 26%. Bajamos el déficit cuasifiscal y bajamos el balance activo y pasivo del Banco Central. Entonces hacer esto a esa tasa fue muy razonable hacer esa operación desde el minuto uno de la gestión y que es conveniente para el país: reemplazamos financiamiento de corto plazo al 40% del Banco Central por uno de más largo plazo del Tesoro.
-Pero subieron la tasa a 47%
-Las tasas subieron naturalmente porque cerramos los grifos para no financiar al que eventualmente quiera ir al dólar. Obviamente la primera medida es siempre cerrar los grifos y en ese contexto la tasa de corto sube. Pero es sólo con el objetivo de que el mercado llegue a un equilibrio pronto y ahí corrige.
-¿Están al tanto de las dificultades de las pymes y las empresas para financiarse en esta economía?
-Sí. Pero en una situación como la que estábamos en la semana pasada la prioridad era normalizar la situación. Cuando uno está en ese tipo de coyuntura, siempre algo hay que resignar. Estamos viendo alguna medida que creemos que contribuirá significativamente a la baja de las tasas de las pymes. Estuvimos reunidos con los bancos.
-¿Son créditos subsidiados?
-No, la medida tendrá que ver con algo regulatorio.
-¿Qué pasará con la tasa de política monetaria?
-Dependerá de cómo evolucionan todas estas medidas que estamos tomando. Hoy la tasa de interés real es significativamente alta pero la circunstancia lo amerita. En los próximos meses lo iremos viendo. Hay una tasa para cada momento.
-¿Qué herramientas tienen además de la tasa para cumplir la meta de inflación de este año?
-La más importante fue cortar, desde junio, el financiamiento al Tesoro. Es algo fundamental. Pero también vamos a ir una combinación de políticas fiscal y monetaria con más cohesión.
-¿Está confiado con el dólar?
-No. Si alguien le tiene respeto al mercado soy yo. Por eso nos apresuramos en enero y fuimos preventivamente al FMI. Sí hoy luce mejor. En el mercado, cuanto más uno se agranda, se cae luego de más arriba.
-¿Cómo no se habla más del dólar en un país como la Argentina?
-Hay dos teorías. Una dice que la volatilidad mayor hace que uno se acostumbre a que el precio suba y baje. Y del otro lado están los que dicen que lo mejor es que no haya volatilidad. Yo creo que va más allá de esas dos posiciones sobre el tipo de cambio. El tema tiene que ver con la estabilidad y no hemos logrado nunca en 70 años es tener estabilidad. Si no tenemos estabilidad uno le recuerda a las personas el tema del dólar cada 5 o 10 años. Y para lograr estabilidad hay que tener disciplina fiscal, credibilidad, inserción inteligente en el mundo, inclusión financiera.
-¿Lo sorprendió esta crisis?
-Poco. Desde hace tiempo consideraba que era un escenario que podía pasar. Uno no tiene la bola de cristal pero sí en nuestra función es importante ser preventivos. Por eso tomamos el financiamiento en enero. Se venía gestando todo esto en los mercados internacionales y era una posibilidad. Ahora, ¿era obvio? Obvio no hay nada en los mercados porque si así fuera los precios de los activos ya lo hubieran registrado en ese momento mismo. Y en este contexto, sin haber prefinanciado el 80% del año en dos meses, habría sido diferente la situación hoy. Por suerte fuimos precavidos. Muchas veces el movimiento se exagera porque al mercado le gusta ver que uno se pone adelante del problema.
-¿Justamente no demoraron entonces en ponerse delante del problema como dice usted?
-Una cosa es lo uno quiere hacer y otra lo que uno puede hacer. Hicimos lo que considerábamos que era lo máximo que se podía hacer. Ahora, cuando las circunstancias te llevan a un límite, uno hace lo único que está a su alcance y no ya lo que le gustaría. Hoy estamos en una situación, en este conflicto, que nos llevó a un punto donde tomamos decisiones que tal vez habíamos postergado como, por ejemplo, llegar más rápido al equilibrio fiscal.
-¿Cómo será su comunicación?
Con el mercado tenemos un diálogo regular. Conocemos su lenguaje, como piensan y reaccionan. Me resulta fácil imaginarme cómo lo harán de acuerdo a las medidas que vamos a anunciar. Trato de capitalizar eso para el Banco Central como antes lo hice en Finanzas.