Mientras el mercado reposa sus miradas sobre la campaña norteamericana que
comienza, resulta útil analizar cuál es la oferta potencialmente disponible que
deja el bloque sudamericano. Sin duda alguna Brasil concluye una campaña más que
favorable habiendo cosechado un récord de 117 mill.tn. quedando a un paso del
podio que aún encabeza EE.UU.
Más allá de haber concretado la duodécima expansión en el área sembrada, el
factor climático desempeñó un rol clave. Los acumulados de lluvias fueron
prácticamente óptimos en las regiones del centro – oeste del país,
fundamentalmente en las regiones de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goiás. El
rendimiento nacional queda en 33,3 qq/ha. y superó cómodamente al 29,5 qq/ha.
promedio de las última cinco campañas.
En segundo lugar, se aprecia un marcado adelanto en la comercialización
frente a precios domésticos más atractivos de los considerados en el esquema de
ventas del productor brasileño. Es así como a comienzos de junio, las ventas
acumuladas de la campaña 2017/18 ascendían a 85,40 mill.tn. es decir, al 73% de
la cosecha. Estos valores se contrastan con los del ciclo previo que, a esta
altura del año, indicaban un volumen de 69,60 mill.tn. equivalentes al 61%.
El alza de precios domésticos observada en los últimos meses es un aspecto
central en esta coyuntura. Tal es el caso de un productor localizado en Mato
Grosso, el mayor estado productor del país, que por la venta de su cosecha
actualmente cobra unos 1.200 R$/tn. un 30% más de lo percibido con el comienzo
de la trilla.
La mejora en la competitividad de la soja brasilera se encuentra ligada con
el incremento de las compras de China tras el inicio de la guerra comercial con
EE.UU. Si bien por cuestiones estacionales es habitual que las solicitudes del
gigante asiático se vuelquen mayormente al mercado sudamericano, en este año
particularmente se ve reforzada por la falta de acuerdo entre los mandatarios de
ambas naciones.
Paralelamente, no debemos omitir la depreciación de su moneda respecto al
dólar que, en el transcurso del año, sufre una pérdida cercana al 20% y se ubica
en una paridad más próxima a los 3,80 R$/U$S. Pese a la recuperación
experimentada al cierre de la semana, el real permanece en niveles mínimos desde
marzo de 2016.
Los resultados se ven plasmados en el activo dinamismo exportador que se vio
intensificado en el mes de mayo. Superando todos los registros previos, las
ventas brasileñas totalizaron 12,35 mill.tn. y pegaron un salto del 12,7% en
relación con 2017 en igual período. La suba se amplía al 24,0% si extendemos la
comparación hacia dos años atrás. Cabe aclarar que este tonelaje podría haber
sido incluso superior y se vio limitado en los últimos días del mes ante los
embotellamientos en los puertos y en el transporte, en parte originados por la
huelga de camioneros.
En pos de establecerle un fin, el gobierno brasileño acordó reducir el precio
del combustible suministrado por la empresa estatal Petrobras. La compañía ahora
debe proveer diesel a márgenes negativos al menos hasta fin de año a un costo de
decenas de miles de millones de dólares. La otra importante concesión hecha por
el gobierno fue aumentar las tarifas de flete en aproximadamente un 150%.
La extrema sequía que padeció nuestro país no es ajena a estas cuestiones.
Además de haber sido un factor central en la suba de precios, inevitablemente le
cedió lugar privilegiado a Brasil. La necesidad de la Argentina de derivar más
poroto a la molienda para la producción de harinas y aceites claramente achicó
sus exportaciones. Más aún si contemplamos que, por primera vez en 20 años, los
compradores locales debieron recurrir a importaciones temporarias y, a los
orígenes tradicionales como Paraguay y Bolivia, se incorporaron como proveedores
EE.UU. y, en menor medida, el ya citado Brasil.
En estas circunstancias se evidencia una caída gradual de los stocks en manos
de los productores del país vecino. Hasta comienzos del año que viene, con el
arribo de la nueva cosecha, los productores brasileños tienen almacenadas
alrededor de 31,60 mill.tn. nivel inferior a las 44,50 mill.tn. observadas
exactamente un año atrás.
Por Eugenio Irazuegui, Analista de mercados. Responsable Research en ZENI
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria