La semana que arranca hoy tiene una prueba de fuego mañana con el súper vencimiento de $ 645.000 millones en Lebac. Equivale nada menos que al 65% de todo el dinero en circulación. Pero ayer desde fuentes cercanas al Banco Central aseguraban que será un vencimiento acotado con unos $ 300.000 millones en poder de los bancos y organismos públicos y sólo 5% en manos de inversores extranjeros, unos $ 32.250 millones.
-¿Hay preocupación porque puedan volcarse al dólar?, se consultó
-Tenemos todas las herramientas y seguiremos actuando, dijeron.
El equipo del Banco Central mantuvo reuniones el fin de semana y lo mismo pasó con los funcionarios del ministerio de Hacienda y el de Financiamiento. Voceros del palacio de Hacienda resumieron a Clarín: “Es un contexto delicado y complejo, aquí y en el resto del mundo. Nosotros nos estamos ocupando y no subestimamos la volatilidad. Hay inquietud por el tipo de cambio pero estamos tranquilos porque lo vamos a resolver”.
El viernes el dólar perforó el techo de los $ 24 y luego de una fuerte intervención del Central cerró en $ 23,72. Los técnicos del Central deslizaron ante quienes les consultan, que Sturzenegger está dispuesto a utilizar todas las herramientas a su alcance para disminuir la volatilidad.Esto es, intervenciones en el mercado de cambios con reservas, el manejo de la tasa de interés y medidas como la ya anunciada de poner límites a la tenencia de dólares por parte de los bancos que disminuyó del 30 al 10%. Habría otras alternativas en análisis.
-¿Cuál es el nivel de dólar tolerable para el Central?, se averiguó
-No miramos un precio determinado, sino la dinámica, respondieron.
-¿Qué significa?
-Se actúa cuando sube mucho en poco tiempo o cuando el precio sube mucho con poco volumen de operaciones.
Anoche trascendió incluso la conversación de un alto funcionario del FMI con uno de los economistas locales de mayor prestigio, que pidió absoluta reserva de su nombre. Se supo que el funcionario del FMI, preocupado por las versiones acerca de que el Fondo pedía una devaluación aún mayor, enfatizó que “de ninguna manera es así”.
Esta semana, precisamente, se reúne el directorio del FMI para tratar el pedido de préstamo stand by que solicitó Argentina. Una vez resuelto, viajará a Washington el equipo técnico de Hacienda que lleva adelante las negociaciones. El ministro Dujovne se reserva para el tramo final.
Es probable que el anuncio del FMI acerca de que acepta el pedido argentino, se conozca en paralelo al dato de la inflación de abril que el INDEC informa mañana: podría llegar a ser peor que la de marzo cuando el índice arrojó 2,3%.
Distintas fuentes del sector financiero señalaron que la crisis se limita a lo cambiario ya que no observan “movimientos en los depósitos ni demanda exacerbada de los ahorristas por el dólar”.
De acuerdo con la consultora Quantum, dirigida por Daniel Marx, “hay receptividad del FMI y de otros países en lograr un acuerdo relativamente rápido que profundice el sendero emprendido por el Gobierno en materia de normalización de la economía”.
Jorge Vasconcelos, del IERAL, prevé que “luego del golpe inicial que se sentirá con fuerza en el segundo y en el tercer trimestre, por la incertidumbre, el salario real y la restricción crediticia, la economía tiene chances de volver a recuperarse, de la mano de nuevos sectores, más asociados al comercio exterior, la construcción privada, la energía, el turismo y las economías regionales”.
Según su razonamiento, “recurrir al FMI tiene costos políticos, que la parte de la oposición que no tiene la responsabilidad de pagar sueldos a fin de mes se ocupará de vociferar, en un rol cada vez más cerca del cuanto peor, mejor. En cambio, aquellos que administran provincias y municipios difícilmente tomen este camino”.
Daniel Chodos. analista de Credit Suisse que expresa la opinión de la banca internacional, dijo: “Vemos el potencial acuerdo entre el FMI y el gobierno argentino como positivo. Esa línea de préstamo calmará los mercados ayudando al gobierno a finnacierse este año y el próximo”.