El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) confirmó ayer una nueva venta de soja estadounidense a la Argentina por 130.000 toneladas. Esta operación se suma a las relevadas por el organismo el 10 y el 11 del actual, por un total de 240.000 toneladas, tras 20 años sin compras argentinas.
Lo llamativo de la confirmación hecha ayer por el USDA fue que, del total, 60.000 toneladas corresponden al actual año comercial estadounidense 2017/2018, es decir que pueden ser embarcadas en forma inmediata o hasta septiembre. Cabe recordar que, en ocasión de la primera operación reportada por el USDA, el presidente del Senasa, Ricardo Negri, dijo a LA NACION que "hoy un barco con soja estadounidense no podría desembarcar en la Argentina". Y en vista de aquellos negocios pautados para descargas a partir de octubre/noviembre, el funcionario afirmó: "Prevemos que antes del plazo de entrada de la mercadería hayamos actualizado los protocolos sanitarios entre ambos países y resuelto la asincronía existente entre los eventos transgénicos autorizados en EE.UU. y los habilitados en el país".
Ahora, a partir de esta compra de 60.000 toneladas de soja 2017/2018, el Senasa deberá acelerar los tiempos para actualizar los protocolos sanitarios bilaterales y para discernir sobre los eventos transgénicos autorizados en los Estados Unidos, en la Argentina y en la Unión Europea, hacia donde va una buena parte de la harina de soja producida en las fábricas argentinas.
En el mercado doméstico, los operadores consultados coincidieron al señalar que estas compras ponen en evidencia la necesidad de mercadería que tiene la industria aceitera en el Gran Rosario y el temor de aquella a un incremento de la capacidad ociosa en las plantas por el derrumbe de la cosecha argentina ocasionado por la sequía. En efecto, la producción local se prevé entre 37 y 38 millones de toneladas, con una caída interanual superior al 30%.
Según datos de Ciara, durante 2017 la capacidad ociosa de las fábricas procesadoras promedió el 30%, un porcentaje que podría elevarse por la menor disponibilidad de mercadería prevista para el presente año. Según la entidad, la capacidad diaria de molienda argentina es de 204.000 toneladas.
Otro factor señalado por los operadores para justificar las importaciones desde EE.UU. fue el descenso registrado por los precios de la soja en Chicago en las últimas ruedas, que habilitó a las firmas que operan en la Argentina a realizar "compras de oportunidad", frente a un mercado doméstico que se tonificó sobre el cierre de la semana pasada.