Las malas condiciones de los cultivos en nuestro país ya están incorporadas en los valores actuales, al menos hasta tener más datos ciertos de la cosecha. El inicio de la trilla se siente en las ofertas realizadas por los compradores que quedaron lejos de los máximos alcanzados a principios de mes.
La Bolsa de Rosario materializó en su estimación mensual las mayores pérdidas, aunque era de esperarse un ajuste teniendo en cuenta las últimas cifras de su par en Buenos Aires. Con los datos publicados (que son las proyecciones más bajas hasta ahora) la producción de soja sería de apenas 40 millones de toneladas y la de maíz de 32 millones.
Los cultivos más afectados son claramente los de segunda implantación. En soja se reduce el área a cosechar y también el rinde. En maíz, se mantiene el área pero no así el rendimiento. La Bolsa compara la situación hídrica actual con la del ciclo 2008/09 cuando los rindes fuero de apenas 2 toneladas por hectáreas para la soja. La sequía hoy es más grave que la que se desarrollara en ese entonces.
En Brasil se calmaron las dudas respecto a su producción, pero en sentido contrario: la cosecha de soja cubre el 46% del área frente al 50% del promedio y la de maíz el 45%. La siembra de la safrinha avanzó 18 puntos en una semana para ubicarse en el 83% de la superficie apenas por debajo del 87% del año pasado. Las estimaciones oficiales están en 113 millones de toneladas de soja pero no se descarta un volumen aún mayor. En maíz el panorama es diferente porque hay mucha diferencia entre las distintas estimaciones: el USDA habla de 94,5 millones mientras que CONAB (que es la agencia estatal de Brasil) la proyecta en 87,3 millones. Estamos hablando de más de 7 millones que podrían ingresar o no al circuito comercial.
En adelante el mercado entra en un momento de transición, pasando el foco desde Sudamérica hacia Estados Unidos, donde ya comienzan a conocerse las primeras intenciones de siembra. Por ahora, todo indica una mayor superficie de soja que de maíz, que de materializarse sería la primera vez desde 1983.
Con la cosecha local en movimiento habrá que poner sobre la mesa la realidad de los números, teniendo en consideración que estamos frente a un año de tenencia. Cada productor deberá analizar su producción final versus las ventas para decidir sus próximas coberturas. Si hay margen para nuevas ventas los valores actuales permitirían mejorar el precio promedio final. Si el porcentaje de ventas es considerable y no se puede seguir comprometiendo mercadería las estrategias serán de revancha en precios, por ejemplo, a través de la compra de Call noviembre en el Matba, dado que la menor producción se traducirá en bajísimos stocks finales de campaña pudiendo dar sostén a los precios más lejanos. De esta forma, podemos estar comprados en granos y aprovechar potenciales subas, sin comprometer más soja.
Respecto al maíz, los precios reflejan el peor estado del cereal tardío ya que se achicó la brecha entre los valores para abril y julio. Si hay lugar para nuevas ventas de maíz temprano, se pueden aprovechar los precios actuales en u$s 175 y tomar cobertura para el maíz tardío mediante la compra de Call de Chicago en Rofex. Hay por ejemplo, opciones con vencimiento agosto con strike de u$s 177 y prima de 4.5. De esta manera se aprovecha cualquier apreciación del mercado externo.
Por Daniela Reale – Analista en BLD S.A.
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria