Sin entrar en mayor detalle y de manera enunciativa, ya que hay mucho escrito sobre este tema, podemos señalar como primer factor el informe de oferta y demanda publicado por el USDA, para marzo; resultando este neutral bajista para la soja, alcista para el maíz y bajista para trigo.
Segundo, el Panorama Agrícola Semanal de cultivos publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que sorprendió con un recorte intersemanal de 2 mill de tns de la producción esperada de soja, colocándola en 42 mill de tns. A su vez, resultaron llamativos los altos porcentajes de soja en malas condiciones, que según este informe, alcanzan el 47,8% de los testigos. En maíz, los cultivos en malas condiciones se publicaron en 40% y la producción estimada es de 34 mill de tns (-3 mill de tns menos que la semana anterior).
Por último, pero no por eso menos importante, son los pronósticos de clima en Argentina; que después de muchas semanas, muestran reposiciones hídricas más generales en nuestro país, aún cuando ya es un hecho que hay zonas castigadas y con déficits hídricos casi irreversibles para esta altura del año.
La variable exógena, son las decisiones políticas de comercio internacional (suba de aranceles de importación de algunas materias primas en este caso), tomadas por la administración que lidera el actual presidente de los EEUU; que disparó una desarme de carteras en los commodities agrícolas el viernes, empujando los precios a mínimos después de numerosas ruedas de suba.
Habiendo descripto rápidamente el actual escenario… es necesario no dejar librado al mercado la rentabilidad de la empresa agropecuaria propia.
En SOJA, lamentar las antiguas ventas NO apalancandas con seguro de suba de precios (opciones call) a valores entre 255/270 no es el camino. Hoy el foco debería estar puesto en asegurar pisos de rentabilidad, sin comprometer más mercadería, para los flujos posteriores a la cosecha (sobre la cual hay muchas dudas a nivel rendimiento). Construyendo una cartera comprada de opciones PUT, sobre la posición de Julio en MATBA (con poca liquidez y operaciones por el momento) y hacer más foco sobre la Noviembre (con mayor liquidez y operaciones). Ejemplo, en Julio PUT 290 con una prima de 6 u$s/tns (piso 284 u$s/tns) y para Noviembre el PUT 292 con una prima de 6,5 u$s/tns (piso 285,5 u$s/tns). Vale aclarar que estos pisos podrían ser superiores, si a la vez vendemos opciones put con precios de ejercicio más bajos o bien le ponemos techo a la suba con la venta de opciones call.
En MAIZ, después de que la curva de precios simulara un electrocardiograma por muchos meses entre 140 y 155 u$s/tns; la suba de la oleaginosa, contagió. Hoy los precios son de venta (con la austeridad que amerita un año de seca) y comprar call julio en MATBA para no dejar escapar potenciales subas (ejemplo: call 190 pagando 4 u$s/tns) o bien alargar la cobertura cambiando de mercado, comprado call en CBOT, apuntando a la posición de septiembre para mantenerse en mercado durante la prima climática en EEUU.
En TRIGO, se abre el signo de pregunta de cómo quedarán los perfiles para la siembra de la campaña 2018/19, por lo pronto esperar para tomar precios. A nivel global, trigo hay para el que lo demande.
Conclusión: no caer en la inacción por la incertidumbre. Las recomendaciones están enfocadas a tomar precios mínimos de ventas no comprometiendo mercadería y sin resignar futuras subas de precios.
Por Andres Gosende – Intagro SA
Fuente: Agroeducacion