CÓRDOBA.- El 45% de la superficie sembrada con cultivos estivales en esta provincia atraviesa su período crítico bajo condiciones de "estrés hídrico", según la Bolsa de Cereales de Córdoba. En la segunda quincena de febrero empeoró el estado general de los cultivos por la sequía.
La lluvia acumulada en el primer bimestre del año es la más baja de los últimos 11 años. "Esto se ve reflejado en el estado general de los cultivos, en donde se concentra la mayoría de la superficie agrícola sembrada entre regular y bueno", dice el reporte.
De las 4.211.100 hectáreas sembradas de soja en la campaña 2017/18, el 100% se encuentra en estadios reproductivos. El 42% del área implantada (1.768.700 hectáreas) está atravesando el período crítico, por lo que cualquier condición de estrés para el cultivo, esto es déficit hídrico, de nutrientes, ataque de plagas y/o enfermedades causaría disminución en el rendimiento.
De continuar estas condiciones de estrés hídrico severo durante estas semanas, se producirían mermas en el rendimiento de alrededor de un 40% por reducción de número de vainas, número de granos por vainas y peso del grano. El 58% restante de la superficie se encuentra en floración e inicio de crecimiento de vaina.
En el caso del maíz, la totalidad de las 2.359.400 hectáreas sembradas se encuentran en estadios reproductivos. El 14% está en madurez fisiológica, esperando perder humedad para poder iniciar las tareas de trilla. El 39% atraviesa el período crítico, que se ubica 15 días antes y 15 después de floración.
El 47% restante se encuentra en llenado de granos, si bien el déficit hídrico en esta etapa tiene un menor efecto sobre el rendimiento, también atravesaron floración con escasas precipitaciones, por lo cual la disminución seria aún mayor.
En tanto, de las 340.500 hectáreas sembradas de maní, la totalidad pasa por estadios reproductivos, donde el 84% atraviesa su período crítico.
El estado general empeoró "sustancialmente" en la última quincena, concentrando el 79% del cultivo entre "malo" a "bueno". Debido a los bajos registros de precipitaciones, en la totalidad de los departamentos maniseros se reporta estrés hídrico sumado a la presencia, en media y alta incidencia, de arañuela.