La campaña agrícola 2017/2018 continúa en riesgo por la falta de agua y son cada vez más contundentes los informes que reflejan la magnitud del impacto de la sequía, que avanzó al 65% de la zona agrícola núcleo y ya ocasionó que haya más de 13 millones de hectáreas en el país con soja, maíz y girasol en una condición entre regular y mala.
Mirando la foto general, según datos de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agroindustria, revelados a la nacion, la zona pampeana afectada por la sequía rondaría los 28 millones de hectáreas. De ese total, Buenos Aires tiene 13 millones de hectáreas (el 43% de su superficie total); Santa Fe, 4,7 millones de hectáreas (el 35% del territorio provincial); La Pampa, 5 millones de hectáreas (el 35% de su superficie); Córdoba, 4 millones de hectáreas (el 24% del área), mientras que Entre Ríos tiene afectadas un millón de hectáreas, el equivalente al 14% de la provincia.
"La situación es muy difícil y las caídas en producción que ya asumimos se incrementan en forma exponencial en estos días", expresó Martín Moreno, director nacional de Estimaciones Agrícolas y Delegaciones del Ministerio de Agroindustria. Moreno aclaró que, no obstante ese panorama, "la situación ha mejorado en algunas zonas, como el NEA, el NOA y el sudeste de Córdoba en forma significativa, y en algunas zonas de Santa Fe y Buenos Aires en forma leve".
Las lluvias del fin de semana pasado fueron escasas sobre gran parte de la pampa húmeda y no lograron revertir la situación de deterioro de los cultivos. En este contexto, según precisó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 58% del maíz, el 56% de la soja y el 45% del girasol presentan una condición de cultivo entre regular y mala.
Para la Bolsa de Cereales porteña, eso significa que en la actualidad hay más de 13 millones de hectáreas, sumando los tres cultivos, que están en situación delicada.
"Las lluvias registradas durante los días previos solo brindaron alivio momentáneo en sectores puntuales del centro y sur de la región agrícola. Gran parte de ambas regiones aún mantiene una condición hídrica deficitaria, que afecta el desarrollo del cultivo y su potencial de rinde a cosecha", indicó el reporte respecto de la soja. Un 37,6% de la oleaginosa está en una situación regular, un 18,4% está en situación mala, un 33% en condición normal y un 11% en situación buena. La entidad prevé una cosecha del cultivo de 50 millones de toneladas, 7,5 millones de toneladas menos que en el ciclo pasado. Para Moreno, en este cultivo "todavía es prematuro pensar en que sea totalmente irreversible el efecto [de la falta de agua] por la misma plasticidad del cultivo". Sin embargo, reconoció: "Estamos asumiendo una merma en rendimiento significativa".
Por si no era suficiente con la sequía, en zonas de Azul, Tandil y Balcarce se registró el lunes pasado una sorpresiva helada, que provocó daños. "Hubo un importante daño en la soja de segunda, con un 30-40% de los lotes afectados. El cultivo estaba retrasado en ciclo (V4-R1) por la sequía y hubo un menor daño en soja de primera, con un 10 a 20% del total de los lotes", contó a la nacion Gastón Therisod, técnico en la zona de Tandil.
En maíz, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalla que la sequía afecta el desarrollo del cultivo, y de no haber nuevas precipitaciones podría haber un impacto sobre el rendimiento.
Respecto de las lluvias, la Bolsa de Comercio de Rosario brindó un panorama crítico sobre la cobertura en la zona núcleo, donde la sequía avanzó al 65%. En la última semana, en esta zona solo un 12% del área recibió lluvias por encima de los 30 milímetros. En Buenos Aires, las lluvias por encima de ese registro apenas se observaron en el 17% del área. "En Buenos Aires, el promedio de lluvias de los últimos tres meses y medio es de 190 milímetros, lo que equivale a la tercera parte de lo que necesita el cultivo de soja, que son 500 a 600 milímetros. El centro de Buenos Aries solo recibió de 100 a 140 milímetros", indicó el reporte. Lo que viene hacia adelante no es alentador en materia de precipitaciones.