Sin embargo, las tareas oficiales no se detienen, por lo que los focos están
siendo "contenidos" y en algunos casos "controlados", con la posibilidad de que
este viernes se logre ganarle la batalla al fuego.
Mientras, la preocupación de los productores no se detiene -aunque no hay que
lamentar víctimas- por las pérdidas del ganado y las pasturas naturales, aunque
todavía no se puede cuantificar. Al mismo tiempo, hubo fuertes cruces políticos
por las supuestas demoras en poner en marcha los aviones hidrantes. El propio
gobernador Alfredo Cornejo salió a defender las críticas a los trabajos que se
realizan en el sur.
De acuerdo al reporte del Plan Provincial de Manejo del Fuego (PPMF) son más
de 180.000 las hectáreas arrasadas, entre los campos Maya y Soitue, en el límite
entre General Alvear y San Rafael. El estado del incendio es "contenido", ya que
se logró dejar al 100% del perímetro de 450 kilómetros con algunas llamas y
guardias de ceniza dentro de esa área.
En las últimas horas, los más de 200 personas, entre brigadistas y voluntarios, no descansaron en el combate del fuego en cuatro focos activos.
En el extenso campo Maya, los dos primeros focos se encuentran en áreas de
Monte Comán, San Rafael, donde el incendio se encuentran contenido, tras los
trabajos de la maquinaria pesada y las picadas cortafuego, para que las llamas
no avancen hacia las rutas. Actuaron también camiones ragadores. Por su parte,
el foco en el norte del Río Diamante continúan bajo la atención de varias
brigadas, con ataque directos, además del apoyo de maquinaria pesada. Por
último, el foco Sabio registró un reencendido del quemado, el cual se combatió
mediante ataque directo con agua y herramientas. Los brigadistas siguen
recorriendo el perímetro para detectar puntos calientes.
"Las condiciones meteorológicas continúan extremas, con altas temperaturas, humedad relativa baja y fuertes vientos del norte. Por lo tanto, el personal estará abocado a ensanchar las líneas de contención estratégicas y combatir posibles reencendidos", explicó Guillermo Ferraris, titular del PPMF.
En cuanto, al incendio en Soitue, que afecta principalmente pastizales, siguió su curso hacia una zona de médanos. Además de realizar ataques directos e indirectos, se hicieron lanzamientos de agua con los aviones hidrantes.
Desde Defensa Civil, explicaron que en este último caso, se produjo una reactivación durante una guardia de cenizas, pero que logró controlarse por el rápido accionar de brigadistas, propietario y aviones hidrantes que llegaron en 10 minutos, y con la coordinación de Recursos Naturales de General Alvear y el PPMF.
Por su parte, la política metió la cola también en el fuego e hizo arder al gobernador, quien se molestó con quienes "opinan desde la playa" y lanzó un "¡déjense de joder!", haciendo referencia a los diputados del Partido Intransigente y defensores de los derechos de los consumidores, José Luis Ramón y Mario Vadillo por sus comentarios desde "el parador 4 de Reñaca (Chile)".
"No vale lo mismo la opinión de un loco suelto que la opinión de la autoridad. Uno o dos no son representativos. Pregúntenle a la gente que sea representativa. Escuché hablando el otro día en una radio a Ramón y Vadillo desde el parador 4 de Reñaca de los incendios. ¡Déjense de joder!", exclamó Cornejo, quien destacó la "gran labor de los brigadistas".
El guante fue agarrado de inmediato por Ramón, quien se defendió con una extensa carta, dejando en claro, con fotos y videos, que mientras el goberandor sobrevolaba los incendios con el presidente Mauricio Macri, él estaba en los campos, entre las llamas, junto a los productores.
El legislador dijo que recibió una "incesante cantidad de denuncias de productores" y que por ello se trasladaron a Alvear y a San Rafael para verificar "in situ la opinión tan distinta que informaban los medios de comunicación con los datos aportados por los intendentes y funcionarios paseantes en helicóptero, a cargo y con la obligación de estar en la tarea de paliar el siniestro".
"Permítame, de la misma manera que lo expresan los lugareños, no es lo mismo ver el siniestro y sus efectos pisando el guadal caliente de 43°C y las cenizas aún humeantes que recorrer la zona desde la comodidad de un helicóptero. Créame, señor gobernador, no es lo mismo", remató Ramón.