La plaga de la langosta tiene una explosión demográfica que no se veía en más
de sesenta años. Así lo expresó a LA NACION Héctor Medina, jefe del Programa
Nacional de Langostas y Tucuras del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (Senasa).
"En la actualidad estamos atravesando una explosión demográfica de la plaga que
no se veía hace al menos 60 años. El último registro de explosiones similares
data de 1950/1954", dijo el funcionario.
En este contexto, el organismo lanzó un nuevo programa nacional para la plaga
y también un manual sobre cómo combatirla. Está articulando acciones para
mitigar el daño y erradicar la plaga en un radio que vigila y oscila en los 400
mil kilómetros cuadrados.
El Senasa emitió una serie de recomendaciones para evitar futuros daños y
posibles perjuicios ante la preocupación de productores del noroeste argentino
por la aparición de grandes mangas de langostas.
Desde julio pasado el organismo detectó daños en trigo. El registro que tiene el Senasa es que en junio de 2017 ingresaron las langostas de los países limítrofes de Paraguay y Bolivia produciendo nuevos ataques en el norte argentino.
La plaga se puede alimentar de cualquier vegetal y moverse casi 150 kilómetros en un día cuando está en forma gregaria, es decir, al trasladarse en manga.
El organismo sanitario elaboró un mapa con tres áreas delimitadas con los distintos niveles de infestación. El primero, el NEA, con Chaco, el noroeste de Santa Fe y el este de Santiago del Estero, con un nivel bajo de infestación y presencia de langostas voladoras.
Luego, el centro de Córdoba, con un nivel medio con instares 3,4 y 5 de ninfas y probable presencia de langostas voladoras en la zona de Río Anisacate.
Por último, el NOA, con un nivel alto. En Santiago del Estero y Tucumán las ninfas se encuentran en los últimos estadios con presencia de voladoras. En Salta están en los últimos estadios.
Juan Pablo Karnatz, dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), expresó que es muy complejo cortar el ciclo de la plaga y, si no hay una lucha conjunta entre el gobierno, las entidades y los productores, no habrá un resultado positivo. También destacó la falta de conocimiento, en general, de la plaga que se tiene en la Argentina. "Hay mucho por aprender para erradicar la langosta de la región", enfatizó.
Según contó a LA NACION Ignacio Chavarría, director general de Ganadería y Producción Animal de Salta, las langostas en la provincia por ahora solo han atacado pasturas naturales, montes y bosques. El daño todavía no es de consideración.
"Pero estamos esperando las próximas lluvias para sembrar los cultivos y es ahí donde hay que tener especial cuidado y prevención", destacó el funcionario.
El Senasa habilitó el uso de una serie de insecticidas y aclaró que los productos Cipermetrina, Deltametrina, Lambdacialotrina, Diflubenzuron y Fipronil fueron autorizados "en forma provisoria y de manera excepcional".
"Como es una plaga cíclica que no tiene apariciones importantes durante muchos años, hemos autorizado estos productos con dos criterios. El primero, porque se usan en otras partes del mundo donde tienen buenos resultados para la langosta. El otro criterio es que son insecticidas utilizados para la tucura, que de la familia de la langosta", dijo el funcionario del Senasa.
Si bien sufrió modificaciones, el programa contra la langosta y la tucura es el programa oficial sanitario más antiguo del país. Data de 1891.