En el marco de Anuga 2017, la feria de la alimentación que se está realizando en Alemania, y que cuenta con la participación de 27 empresas argentinas junto con el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), se presentaron los avances preliminares de un estudio de mercado en Alemania, Holanda, Reino Unido e Italia que analiza, entre otras variables, la valoración que tiene la carne argentina y la marca "Carne Argentina" en el bloque europeo.
Si bien los primeros resultados de la etapa cualitativa (focus groups en los
cuatro países y entrevistas en profundidad con importadores, supermercadistas y
dueños de restaurantes) indican que a la hora de comprar los consumidores aún no
prestan demasiada atención al origen de la carne, el imaginario de todos ellos
es que la carne argentina es la de mejor calidad.
La Argentina y Japón -por la carne de Kobe- son los dos países que encabezan el
"top of mind" de los consumidores, señala un informe del Ipcva. En cambio, la
carne con peor imagen es la proveniente de China y Europa del Este.
Además, los restaurantes que venden carne argentina allí fueron destacados como excelentes voceros y embajadores de la carne y son elegidos por los consumidores cuando quieren "darse un gusto", consigna el Ipcva.
"Pocas veces en mi carrera me he encontrado con un imaginario tan bueno como el de la carne vacuna argentina", expresó Rebeca Bronchelo, una de las investigadoras de la empresa GFK, que presentó el trabajo en el pabellón argentino en la feria. Remarcó que todas las asociaciones referidas a la carne argentina fueron positivas en los encuestados: calidad, tradición, naturaleza, pastoreo, gauchos, cultura, pampas.
Según el estudio, los consumidores europeos, en líneas generales, prefieren los cortes con poca grasa y la grasa blanca por sobre la amarillenta, sin distinguir si se trata de grasa periférica o intramuscular.
"Los únicos aspectos levemente negativos en cuanto a la consideración de la carne argentina fue la poca disponibilidad del producto ("A veces es difícil de encontrar") y el precio elevado", señala el Ipcva.
Cuando termine la etapa cualitativa el relevamiento continuará con 2100 entrevistas en cada uno de los mercados.
"A Europa le vendemos carne hace muchos años, pero nunca se había estudiado el paladar de nuestros consumidores ni las preferencias de los importadores", dijo Ulises Forte, presidente del Ipcva. "Este estudio nos demuestra que la imagen de nuestra carne está intacta y que tenemos un potencial enorme para seguir creciendo", agregó Forte.
"Este estudio nos va a permitir conocer en profundidad el gusto y las tendencias, con base científica para, entre otros aspectos, modificar o no el biotipo Hilton (cortes para exportación a Europa) y adecuarlo a la demanda", agregó Mario Ravettino, vicepresidente del organismo.