La ley prevé la creación del Fondo Nacional de Capital Emprendedor (Fondce) a
cargo del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice). Ese fondo abre la
convocatoria a fondos de capital, agilizando los procesos de financiación y
destinará 1000 millones de pesos para apoyar a los emprendedores de todo el país
que tengan un alto impacto. Contempla fondos para quienes están comenzando sus
proyectos. Desde ese organismo se promoverán préstamos a tasa 0 para ayudar a
crecer a quienes estén comenzando a desarrollar una idea.
El Fondce contará con un patrimonio fideicomitido constituido por recursos estatales y no estatales que podrán aplicarse a préstamos, aportes no reembolsables, y aportes de capital directos o indirectos a emprendimientos e instituciones de capital emprendedor.
La importancia de contar con capitales de riesgo reside en que estos ayudan a
las empresas en momentos críticos de su crecimiento. Los fondos de riesgo
permiten a las startups escalar cuando tienen que saltar de 10 empleados a 100.
Existen antecedentes exitosos de este modelo de financiamiento en Israel, donde el programa Yosma generó miles de millones de dólares para innovación demostrando que la inversión consistente en innovación puede cambiar industrias enteras.
La tecnología y la agroindustria forman una alianza relativamente joven en el país, pero el potencial de esta dupla es indiscutible. El ecosistema agroemprendedor comienza a tomar una forma más consistente, pero para innovar en AgTech es necesario el compromiso de capitales que les permitan a los emprendedores arriesgarse y fracasar.
Ya no es un secreto que las nuevas compañías disruptivas adquieren rápidamente un gran valor y aportan soluciones a las industrias tradicionales. Los empresarios del agro entienden la importancia de la innovación y buscan atraer a los talentos del software hacia su terreno.
Rosario está a la vanguardia de la innovación en esta materia. Ya lo ha demostrado con los Hackatones Agro y BCR Innova y ahora suma otro esfuerzo.
El Mercado de Futuros de Rosario, Rofex, concretó una alianza con el fondo de capital de riesgo Draper Cygnus. Esta alianza tiene dos puntos importantes. Por un lado, lograr capitales para empresas innovadoras en agro, bio y nanotecnología, sustentabilidad, servicios financieros (fintech) e innovación en la industria alimentaria (foodtech). Por otro lado, busca sumar al proyecto a un descubridor de unicornios como el empresario estadounidense Timothy Draper.
La entrada de fondos de inversión extranjeros puede dar nuevos aires a los emprendimientos AgTech y generar unicornios que vengan de este sector.
Los antecedentes de estas compañías en la Argentina son promisorios. Siendo un país con subinversión en desarrollo emprendedor, se han generado en el país el 40% de los unicornios de la región. Dentro del listado compañías locales que han alcanzado este status están Mercado Libre y Globant.
A nivel global, son pocos los unicornios AgTech. El más resonante apareció cuando Monsanto compró The Climate Corporation. Sin embargo, se avizoran nuevos unicornios en hardware y software que desempeñarán un papel importante en el futuro de la agricultura moderna.
Las iniciativas estatales (como Fondce) y privadas marcan el inicio de una nueva clase de inversionistas que pueden dar origen a los especializados AgTech en Argentina. Siguiendo el modelo de invertir capitales de riesgo es posible alcanzar el desarrollo en tecnología como lo hicieron en países como Israel y Australia.