LA PLATA.- "Los comicios son muy reñidos, sería imprudente adelantar un resultado." Así lo informó ayer a la nacion el juez federal Juan Manuel Culotta, con competencia electoral en la provincia. Sin embargo, fuentes de la justicia electoral confirmaron las revelaciones de los apoderados partidarios, quienes daban anoche una diferencia a favor de Cristina Kirchner en torno al 0,4% por sobre el candidato del oficalismo, Esteban Bullrich. El veredicto se oficializará mañana, una vez terminado el escrutinio definitivo.
Los apoderados de todos los partidos admiten que Unidad Ciudadana tiene una leve ventaja. Pero esa diferencia no la sabe siquiera el partido que lidera la ex presidenta. "Sabemos que ganamos. El piso son unos 35.000 votos de diferencia respecto de Cambiemos. El techo, unos 60.000 votos", dijo uno de los apoderados del partido Unidad Ciudadana a la nacion.
Lejos quedó la noche del 13 de agosto en que Cambiemos se adjudicaba una
diferencia de casi 7000 votos en esta provincia. Aquí, en el Juzgado Federal de
La Plata, donde están todos los apoderados partidarios, ahora ya nadie duda de
que el resultado se dio vuelta. Pero aún resta saber por qué porcentaje de
votos.
Las cifras pesan. Y aún son dinámicas: varían minuto a minuto. Aún faltan abrir dos urnas, de 25 de Mayo y de Villa Gesell. Pero los bolsones cerrados siguen llegando. Y los apoderados aún revisan los certificados de las mesas que tienen anomalías.
El juzgado ahora se parece a la sede de la Lotería. En varias mesas los empleados cantan lugares y cifras. Todos los apoderados toman sus certificados y cantan sus propias cifras. Parece una lotería, pero es un sistema que prevé un cuádruple control cruzado. Primero, en el Teatro Argentino, el recuento de las actas con los fiscales presentes. Luego, el recuento de certificados. Después, las anomalías que surgen según las tendencias de cada mesa. Y, luego, la apertura de urnas, cuando todos los otros indicadores fallan.
Es un sistema "arcaico" pero efectivo, según las autoridades electorales, ya que permite muchos controles de los partidos. Los apoderados, en cambio, no están todos de acuerdo.
"Vimos a una persona que ingresó al juzgado e intentó hackear el sistema", informó ayer al juez el apoderado del partido Copebo, que lleva a Darío Pérez Irigoyen como candidato a diputado provincial. "Era una persona de Florencio Varela. Se sentó frente a una de las computadoras y quiso entrar al sistema donde se cargan los datos", aseguró Bibiana Cuenca, apoderada del partido.
El juez explicó que el sistema no es abierto, por tanto no se puede ingresar sin conocimiento previo. El encofrado del sistema reporta directamente al Consejo de la Magistratura, según pudo averiguar la nacion. Allí se maneja el software que va cargando los datos.
Las quejas no sólo provienen de la carga de datos. Hay votos fantasma, según los apoderados. Una lista municipal de Azul se quejó porque no tuvo votos. "El candidato está seguro de que su mamá y sus familiares lo votaron", relató su apoderado. "Pedimos que abran una mesa de Quilmes porque ahí Massa no tuvo ni un voto", dijo una representante de 1 País.
"Estamos trabajando con un sistema serio. No vamos a dar datos parciales. Sería improcedente con un resultado tan reñido", insistió el juez Culotta.
A pocas horas de conocerse el veredicto, los empleados del juzgado aún reciben denuncias.
Las dos urnas de Villa Gesell y 25 de Mayo están apiladas a un costado del juzgado. Los empleados y apoderados esperan que no se sumen nuevas urnas con el correr de las horas. El recuento permite recusaciones hasta último momento. Aún no está cerrado y es dinámico.