Es un secreto a voces que Cristina Fernández de Kirchner y Jorge Taiana han aventajado a Esteban Bullrich y Gladys González en la elección primaria de senadores nacionales por una muy escasa diferencia de votos, que rondaría medio punto. El dato llamativo será que, conocido el guarismo final, tanto en el kirchnerismo como en Cambiemos se festejará por igual.
La ex presidenta aprovechará el anuncio del resultado bonaerense para volver
a cargar sobre la presunta intención del gobierno nacional de tender una "trampa
electoral" con la difusión de los primeros resultados del escrutinio
provisional, en la noche del 13 de agosto, que llegaron a otorgarles seis puntos
de ventaja a los candidatos a senador de Cambiemos.
El macrismo, por su lado, lejos de vivir el score final de la provincia de
Buenos Aires como una crisis, lo verá como una oportunidad de crecimiento de
cara al 22 de octubre. Es que, aunque haya obtenido menos votos que el
kirchnerismo, nadie podrá desmerecer su remontada de los últimos días previos a
las PASO, cuando algunas encuestas ponían a sus candidatos unos cuatro puntos
por debajo de Cristina Kirchner.
Para el oficialismo, el proceso electoral es como una final por la Copa
Libertadores entre un equipo argentino y uno boliviano, donde el partido de ida,
disputado en las adversas condiciones que provoca la altura de La Paz, concluye
igualado. Falta la revancha, en la cual el equipo argentino será local y tienen
todas las de ganar.
La estrategia del equipo macrista para octubre podría resumirse así:
- Apuntar a la polarización, restándoles a Sergio Massa y Margarita Stolbizer, los candidatos de la coalición 1País, la mayor porción posible del 15,5% de votantes que tuvieron en las PASO.
- Ampliar la participación electoral, que en las primarias llegó al 77%. Ya hay voluntarios de Cambiemos que, desde distintos call centers, están llamando por teléfono a aquellos ciudadanos que no concurrieron a votar. Se estima, de acuerdo con los índices de asistencia a las urnas en 2015, que podrían votar en octubre hasta 500.000 ciudadanos más. Una incógnita rodea a los 308 mil ciudadanos que votaron en blanco y que constituyen un nada despreciable 3,46% del electorado. En el oficialismo, se cree que en este segmento podría haber algunos potenciales votantes de Cambiemos que se rebelaron frente a la aparente inutilidad de las PASO.
- Utilizar el GPS del aparato gubernamental, tanto nacional como provincial, para concentrar la acción política y la comunicación directa de los candidatos y la gobernadora María Eugenia Vidal con la gente en aquellas localidades donde Cambiemos fue derrotado, especialmente en el conurbano.
- Tratar de sostener la candidatura de Florencio Randazzo, de cuyo 5,9% de votos podría nutrirse un eventual crecimiento del cristinismo en octubre.
La todavía incipiente estrategia del team cristinista podría caracterizarse de este modo:
- Insistir con la idea fuerza sobre la necesidad de evitar un "ajuste" y la profundización de las "recetas neoliberales" que, a juicio de Cristina, representa Mauricio Macri.
- Machacar con su interpretación de que, en las PASO, "el Gobierno planteó un plebiscito sobre el ajuste y lo perdió", dado que el 65% de los ciudadanos bonaerenses no votó por los candidatos del oficialismo. Una interpretación poco consistente, teniendo en cuenta que un porcentaje cercano a ése equivale a la proporción de ciudadanos que tienen una mala imagen de la ex presidenta de la Nación.
- Buscar los votos de la izquierda. En particular, los de aquellas fuerzas políticas que compitieron en las PASO y no lograron clasificarse para las elecciones generales de octubre. Ellas son la Izquierda al Frente por el Socialismo, que según el escrutinio provisional obtuvo unos 93 mil votos (1,05%); la coalición Creo, de Fernando "Pino" Solanas, que alcanzó 47 mil votos (0,5%); el Frente Socialista y Popular, que consiguió 46 mil votos (0,5%), y el Partido Humanista, que en años anteriores integró el kirchnerista Frente para la Victoria y que esta vez sólo llegó a los 23 mil votos (0,26%). Más difícil será restarle votos al Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que competirá en octubre con Néstor Pitrola a la cabeza de la lista de senadores, pero igual valdrá el intento del kirchnerismo.
- Finalmente, captar buena parte de los votos que favorecieron la postulación de Florencio Randazzo. Las declaraciones del intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, quien apoyó en las PASO al ex ministro del Interior y días atrás lo instó a dar un paso al costado para ayudar a que Jorge Taiana llegue al Senado, son un leve punto a favor de Cristina.
El mayor dilema del kirchnerismo es qué hacer con Massa. Durante la campaña para las PASO, Cristina optó por ignorarlo y, de acuerdo con analistas, terminó contribuyendo a que en los últimos días previos a la elección el ex intendente de Tigre perdiera alrededor de cuatro puntos que fueron a parar mayoritariamente a Bullrich. Hay quienes piensan en la principal fuerza opositora que confrontar con Massa, mostrándolo como otra expresión cercana al oficialismo macrista, podría hacer que menos de sus votantes se muden hacia Cambiemos.