Desesperante. Ésa es la palabra que más están usando los productores de una
amplia región del centro-sudeste bonaerense para ilustrar lo que están viviendo
en sus campos con inundaciones que, lejos de aflojar, recrudecieron en las
últimas horas. La situación es crítica en Tapalqué, Bolívar, Rauch, Olavarría,
Azul, Las Flores, Ayacucho y parte de Tandil.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, sobre un 40% de la provincia de Buenos Aires, desde Pergamino hasta el sudeste provincial, en la última semana las precipitaciones estuvieron por encima de los 75 milímetros, registros no habituales para esta época del invierno. El epicentro fue en Bolívar, con acumulados por encima de los 100 mm. Todos estos datos se complementan con otros que aportó Joaquín Lascombes, un especialista que releva imágenes satelitales y de clima. En el centro-sudeste bonaerense, la media habitual para esta época del año, considerando un período de 30 días corridos, venía ubicándose entre 25 y 75 mm. No obstante, en los últimos 30 días de este año en muchas zonas llovieron de 100 a 200 mm.
En Bolívar, en abril pasado habían alcanzado la media anual de 900 a 1000 mm
y desde entonces cayeron 300 mm más. De ese adicional, entre 100 y 120 mm fueron
en la última semana. Además de las lluvias, allí tienen ingreso de agua del río
V por vertientes y desde las lagunas Encadenadas del oeste vía cinco arroyos que
llegan hasta otro arroyo, llamado Vallimanca, que pasa a 22 kilómetros del casco
urbano. La línea de cota del Vallimanca está, según describió la productora
ganadera Laura Hernández, entre 1,30 y 6 metros por encima del nivel del pueblo.
Bolívar es una zona baja.
"Estamos rodeados", contó. No sólo la ciudad está rodeada por el agua, sino que de las 500.000 hectáreas del partido el 70% está bajo el agua. "No hay pasto ni lugar para llevar la hacienda. Hay productores tratando de sacar la hacienda para llevar a otros partidos, pero gran parte es para venta", explicó.
En Rauch, según Federico Petreigne, presidente de la Sociedad Rural local, llevan 2000 mm en el año, contra 800 mm de la media. De las 430.000 hectáreas de Rauch, hay agua en casi todo el partido. "Hay mortandad de vacas que están muy débiles y, encima, estamos en plena parición y también se mueren los terneros. Hay productores perdiendo entre 10 y 15 vacas", indicó.
En Tapalqué, la situación también es crítica, según describió Marcelo Rojas Panelo, veterinario que trabaja en un campo. "Lo único que queda es tratar de salvar las vacas que están en plena parición teniendo terneros entre el agua y sin poder echarse en un lugar seco", dijo.
En ese establecimiento, este año habían empezado a recriar terneros para pasar de un proceso de cría solo y poder anexar la recría para mejorar la rentabilidad.
Pero ahora no pueden usar el recurso forrajero que tenían pensado utilizar ni cosechar un maíz, con lo cual tratarán de vender terneras sin estar gordas para darles lugar, en lo que quede disponible del campo, a las vacas con sus terneros.
Donde la crisis hídrica tampoco afloja es en Córdoba. En Arias, en el Sudeste, cayeron otros 65 mm y el agua cruzó la ruta 8. En la zona estiman que ya hay una producción inmovilizada, por el estado de los caminos, equivalente a 10.000 camiones de soja y maíz.
Cristian Raschetti, ingeniero agrónomo, indicó que hay una decena de tambos muy complicados y que la crisis se profundiza a medida que el problema se extiende. Entre inundadas y con problemas allí son 50.000 las hectáreas afectadas. "Se está parando todo, los camioneros no pueden trabajar, los fletes están frenados", dijo el contratista Fernando Rossi.
Con la colaboración de Gabriela Origlia, desde Córdoba