En su cuarta función desde que el kirchnerismo las inventó, las PASO revalidaron su particular paradoja existencial: son un ejercicio electoral estéril -unas internas en las que no se elige a casi nadie-, pero sus efectos tienen la fuerza de un temblor capaz de transformar de la noche a la mañana el ambiente político y económico.
Las consecuencias del resultado empezaron a sentirse apenas después de la madrugada de nervios y crispación por el agónico escrutinio bonaerense que dejó a medio país sin dormir. Son cambios que dejan al gobierno de Mauricio Macri en un terreno menos hostil y cuya onda expansiva podrá sentirse mucho más allá de los comicios legislativos del 22 de octubre.
1 - Euforia en los mercados
El frío análisis del dinero concluyó que Macri había conseguido en las urnas un espaldarazo nítido para su programa. El derrumbe del dólar, que cerró a $ 17,35, reflejó un gran suspiro de alivio. En las semanas previas el Banco Central había tenido que usar US$ 1800 millones de reservas para ponerle un techo de $ 18 al tipo de cambio. Despejado el pánico a una crisis de legitimidad del Gobierno y a un reflote del kirchnerismo, se fortalecieron los bonos soberanos, cayó el riesgo país y subió fuerte la Bolsa.
2 - Un Macri fortalecido
El Presidente delegó en María Eugenia Vidal y en Elisa Carrió el peso de la campaña, pero diseñó la estrategia a conciencia de que era su cabeza la que estaba en juego. El domingo se reservó para sí el discurso central. Les habló a los argentinos como un líder de aspiración fundacional. El desempeño de Cambiemos y el extravío de sus adversarios alejan a los oficialistas de la maldición del final anticipado que angustia a los gobernantes no peronistas. Y alimenta la esperanza -por ahora íntima- de la reelección.
3 - El derrumbe peronista
La ola macrista tapó a unos caciques peronistas concentrados en cuidar su parcela de poder provincial. Schiaretti fue vapuleado en Córdoba. Verna perdió en La Pampa; Bordet, en Entre Ríos; los Rodríguez Saá, en San Luis; el kirchnerismo, en Santa Cruz. Apenas Urtubey (Salta), Peppo (Chaco) y Uñac (San Juan) salvaron la ropa. El proyecto de crear una liga de gobernadores que condicione a Macri queda herido antes de nacer. Massa y Randazzo tampoco pudieron hacer pie. 2019 se dibuja para ellos como un número angustiante.
4 - Gobernadores heridos
Al desplome peronista en Córdoba, Entre Ríos, San Luis, La Pampa y Santa Cruz se suma Chubut, donde el frente que responde al gobernador Das Neves perdió con la opción kirchnerista. A los socialistas de Santa Fe los alcanzó el desastre: quedaron terceros. El Movimiento Popular Neuquino también cayó. Y el frente que gobierna en Río Negro se hundió detrás del kirchnerismo y del macrismo. Macri celebra: se vienen dos años de oposición fragmentada y gobernadores debilitados.
5 - Cristina sobrevive
Hay dos miradas posibles sobre el empate técnico en Buenos Aires. Una negativa: después de una década de hegemonía, Cristina Kirchner no alcanzó siquiera el 35% que obtuvo Aníbal Fernández en su paupérrimo desempeño de 2015. Tiene un techo bajísimo para soñar con el poder. La positiva: en condiciones aún de ganar el mayor distrito del país, queda en pie en medio de un jardín de peronistas que se tambalean. Su aparición de madrugada con el tono visceral que había escondido en la campaña fue un trago insalubre para aquellos que soñaban con una renovación peronista: si quieren un cambio, tendrán que enfrentarse a ella.
6 - Crisis del sistema electoral
Pasó otra vez. El escrutinio bonaerense tiñó de sospechas por falta de transparencia al gobierno de Macri. Es cierto que el recuento provisional suele cortarse cerca del 95%, pero también lo es que resultó llamativa la lentitud de la carga de datos cuando la lista de Cristina Kirchner empezó a acercarse a la de Cambiemos. La respuesta de la Casa Rosada reabre una discusión olvidada: los que ahora critican el espectáculo desprolijo del domingo son los mismos que impidieron la reforma para modernizar el sistema de votación.
7 - Un Congreso menos hostil
Si los resultados de las PASO se repitieran en octubre, el Gobierno encararía el tramo final de su mandato con más oxígeno parlamentario, pero aún sin mayoría propia en ninguna de las dos cámaras. Cambiemos pasaría de 86 a cerca de 104 bancas en Diputados. En el Senado pasaría de 15 a 24, lo que lo acercaría al Frente para la Victoria. Será un escenario menos adverso para sentarse a negociar desde una posición de fuerza las reformas estructurales -fiscal, laboral- que diseña Macri en secreto.
8 - El sueño de las inversiones
El mundo de los negocios mira con cautela a la Argentina. Aplaude las intenciones de Macri, pero recela de su fortaleza política. Las PASO moderan el temor a una restauración populista. El Gobierno tiene ahora un "sello de calidad" electoral para salir al mundo a buscar la lluvia de inversiones que tantas veces prometió. La visita del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, no podía caer en mejor momento para Macri.