La importante apreciación del peso frente al dólar limitó ayer la capacidad
de pago de la demanda y resultó el principal factor de presión bajista para el
precio de la soja en la Argentina, además de las nuevas pérdidas registradas por
las cotizaciones de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago.
Por tonelada de soja con entrega inmediata las fábricas ofrecieron 4000 pesos para las terminales del Gran Rosario, $ 200 menos que el viernes pasado. Si bien entre los operadores no se descartó la posibilidad de negocios particulares en hasta 4100 pesos, el clima de la jornada fue de absoluta calma y de falta de interés de los vendedores por convalidar las propuestas de la demanda.
Según el tipo de cambio comprador (cotización divisa) del Banco Nación, ayer
el peso recuperó un 3,3% de su valor frente al dólar, al pasar la paridad entre
ambas monedas de 17,61 a 17,03 pesos por dólar.
Mucho menor fue el impacto negativo sobre la soja de la próxima cosecha, dado que los interesados ofrecieron hasta 245 dólares por tonelada con entrega en mayo, un dólar por debajo de la propuesta vigente el viernes. Cabe señalar, no obstante, que valores inferiores a los 250 dólares por tonelada para la oleaginosa de la campaña 2017/2018 tornan prácticamente nula la posibilidad de acordar negocios.
En el Mercado a Término de Buenos Aires, las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron US$ 1,80 y 2, mientras que sus ajustes resultaron de 246,70 y de 248 dólares.
Pese a la desconfianza planteada por los operadores de Chicago respecto de las cifras dadas el jueves por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su informe mensual, en el que elevó su previsión para la cosecha estadounidense 2017/2018 hasta un récord de 119,23 millones de toneladas, ayer los precios de la oleaginosa volvieron a caer.
En efecto, las pizarras mostraron quitas de US$ 2,02 y de 2,48 sobre los contratos septiembre y noviembre de la soja, cuyos ajustes fueron de 342,73 y de 344,75 dólares por tonelada. Las precipitaciones caídas ayer y la previsión de nuevas lluvias en los próximos días sobre Iowa, que es el principal Estado productor de granos gruesos y que actualmente padece déficit de humedad, aportó a la tónica negativa de las cotizaciones de la oleaginosa, cuyos cultivos se encuentran en el período de mayor requerimiento de humedad.
Tras el cierre del mercado, el USDA ponderó ayer el 59% de la soja en estado bueno/excelente, por debajo del 60% de la semana pasada; del 72% vigente un año atrás, y del 60% promedio previsto por los operadores. Este dato y eventuales compras de oportunidad de los fondos de inversión y de los comerciales (exportadores e industria) podrían aportarle hoy algo de sostén a los precios.
Al maíz argentino también lo afectó ayer el movimiento del mercado cambiario. Las ofertas de los exportadores fueron de $ 2300 para el Gran Rosario y de $ 2350 para Necochea, con quitas de $ 100, en tanto que para Bahía Blanca el descenso fue de $ 50, al cotizarse a $ 2400.
El trigo se negoció a $ 2900 en Necochea y a $ 2750 en el Gran Rosario, con bajas de 100 y de 50 pesos.