Tienen las ganas y la capacidad para comerse la cancha. Ese es el espíritu
que reflejaron cuatro referentes de la producción agrícola convocados por LA
NACION para conocer la situación actual, los planes para la próxima campaña y
qué características tendrán los futuros hacedores de las 150 millones de
toneladas.
José Macera, agricultor de Salta, Jorge Scoppa, contratista y presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas, Julio Ranceze, gerente de producción de Cazenave y Asociados, con siembra en campos de terceros, y Santiago del Solar, productor de la pampa húmeda, creen tanto en el futuro crecimiento de la producción de granos como en los cambios de las herramientas y en la forma de trabajar. Una mayor integración de actividades, la producción de cultivos no tradicionales, un manejo más profesional con asesoramiento en cuestiones financieras y comerciales a la hora de vender el grano y una agricultura de mayor precisión ajustada a los diferentes tipos de suelo y ambiente fueron mencionadas como tendencias que se acentuarán en los próximos años.
Tampoco estuvieron ausentes las dificultades de tener por delante una campaña
con menores márgenes debido al aumento de los costos, el estado deplorable en
que quedaron los caminos rurales después de los excesos hídricos y la falta de
infraestructura en todos los órdenes.
-¿Cuál es la situación de las empresas en el tramo final de la campaña?
-JR: El campo está mejor, no sé si puedo afirmar que esté bien. Un punto muy a favor es que volvió la rotación y salimos de la sojización extrema de los campos con más trigo y maíz. Además hay reglas de juego más claras, el IVA se devuelve más rápido y hay muchas cosas que se han solucionado. Falta todo lo que es estructural, como los caminos que son un desastre.
-SDS: El campo tiene hoy una agenda que estuvo postergada por mucho tiempo y que está aflorando. Hasta hace poco teníamos una agenda totalmente defensiva. Ahora estamos viendo cosas que antes estaban debajo de la alfombra. Tranqueras afuera, la infraestructura es un cuello de botella importantísimo. Los caminos rurales no nos dejan sacar las cosechas. Además tenemos fletes 70% más caros que Brasil. Y tranqueras adentro estamos refinando mucho más los planteos, con más tecnología y rotaciones. Hoy hacemos lo que queremos hacer y sabemos hacer.
-JS: Los contratistas estamos con ánimo de crecer, tenemos un gobierno que nos escucha. Lo que necesitamos son tasas más adecuadas para invertir en tecnología. Hoy si no tenemos tecnología de punta no competimos. Si no tenés una cosechadora o sembradora de gran porte dejás de ser competitivo.
-JM: Hay un cambio brutal de expectativas. Hay otro espíritu, que es como haber salido del infierno. Ese es un capital que dura un buen tiempo a pesar de los golpes. En el Norte, las explotaciones más tradicionales están más complicadas, las retenciones a la soja pegan infinitamente más que en otras zonas. Nosotros en Tartagal tenemos fletes de 80 dólares por tonelada. Con estos costos la posibilidad de hacer soja es temeraria. Ahora hay una pequeña luz de posibilidades de mejores precios para la próxima campaña. Como productores de soja y maíz tenemos la idea que las cosas van a mejorar, pero no mucho.
-¿Cuando ustedes hacen los números de la próxima campaña, qué sale?
-JR: Peores que el año pasado. En dólares aumento del 20% los fletes y la cosecha. Los insumos han bajado como el nitrógeno y el glifosato. En cambio, el costo de las labores y todo el costo en pesos se encareció con respecto a los dos últimos años. Pero como donde vamos a sembrar tenemos napa, estamos más optimistas con la producción. Apostamos a un mayor rinde. Y en alquileres estamos pagando lo mismo que el año pasado.
-SDS: Rentabilidad hay. Lo que ocurre es que la rentabilidad es un blanco móvil. Hay que acertar con una estrategia para poder capturarla. Si me preguntabas hace dos semanas, antes de la suba de los cereales y el ajuste del tipo de cambio, la situación era muy distinta a la actual. Hoy estamos viendo los mercados a futuro donde podemos capturar el precio del maíz y de la soja. En relación a los costos coincido con Julio, tuvimos aumentos en dólares. Los fletes en el caso del maíz es el renglón número uno de los costos. No es ni la semilla, ni el fertilizante. Son los fletes. Por otro lado los fertilizantes están con muy buenos precios lo que nos permite pensar en fertilizaciones más agresivas. Y los herbicidas e insecticidas están planchados aunque el renglón sube igual por las malezas resistentes. Hoy una cosa es un lote con yuyo colorado y otra es sin yuyo colorado. Estamos hablando de 30 a 60 dólares más que es un valor enorme. Y con los alquileres ocurre que hay muchas zonas que no se inundaron y están subiendo los precios. Si no tenés un rinde excepcional, la renta no está. Hay que ser prudente.
-JM: En la agricultura del Norte no es tanto un tema de costos como de la capacidad de producir con mucho timming y con mucha tecnología. El Norte es muy volátil, es decir que da y quita muy fuerte. La clave está en aprovechar de un modo muy determinante cuando las cosas vienen bien. Y eso sólo se logra con organización, con mucho equipamiento, comunicaciones y capacidad de almacenaje. Si las condiciones climáticas acompañan y los mercados no juegan en contra las rentabilidades son muy buenas. Creo que debemos ir hacia una agricultura de mucha productividad y producción más que una agricultura de costos.
-JS: La próxima campaña la vemos con más optimismo, ojalá que el tiempo ayude porque como contratistas podemos crecer en inversión y en adquisición de maquinaria. Este año el clima nos quitó la posibilidad de hacer las cosas en tiempo y forma.
-JM: Nuestra empresa está bastante integrada con otras actividades y con otros cultivos. Básicamente en legumbres y con ganadería más intensiva. Quienes hicieron planteos más integrados tratando de eludir la producción de productos de bajo valor unitario por el tema del flete están bien y en algunos casos muy bien. En cambio, las actividades tradicionales están complicadas.
-JS: De alguna forma, el contratista se integra con el que le trabaja. Se establece una relación de confianza que genera muchos beneficios.
-En este nuevo escenario agrícola, ¿quién va a ser el nuevo protagonista?
-JR: Para mí los pooles locales. Tienen una estructura más chica y son los más agresivos para alquilar campos chicos y medianos. Cuando yo empecé en el 1991, nosotros nos diferenciábamos un montón con la tecnología, porque veías cultivos sucios, mal hechos, Ahora los productores trabajan 90% bien y los cultivos los ves bien hechos. El que tiene mejor estructura entonces tiene una ventaja. En el caso de alquileres de campos de mayor extensión los pooles grandes tienen más ventajas porque tienen más capital, pero en campos chicos son muy competitivos.
-SDS: Para mí, el protagonista va a ser el que se profesionalice más. Recién hablábamos de los precios que hoy están pero mañana pueden no estar. Hay quienes capturaron maíces de 160 dólares y otros que los dejaron pasar. Es decir equipos bien profesionales para tomar las decisiones. La rentabilidad se construye. Y se construye tomando medidas profesionales. Esta también la agricultura por ambientes que permite hacer trajes a medida para distintos suelos. Eso genera un diferencial de rentabilidad que a veces es la diferencia entre ganar o perder. Y el profesionalismo incluye manejarse mejor con el financiamiento. Estamos acostumbrados a estar mal endeudados esperando que nos salve una devaluación.
-¿Debería cambiar la actitud del productor con respecto al financiamiento?
-JM: Nuestra experiencia es que cada vez que hemos tenido una dificultad a la vista, en los próximos tres meses, lo mejor fue conversar con la entidad financiera para ver como se cubría el bache. Cambia enormente la relación con los bancos cuando uno anticipa algo. Lo que mata a los bancos es encontrarse de golpe con una bomba.
-SDS: En esta campaña los créditos en dólares están creciendo, lo cual no es malo siempre que este atado a un contrato futuro de la venta del cereal. Si un productor se endeuda en dólares y no captura el precio en dólares está dejando el juego abierto, lo cual es peligrosísimo. Pero las herramientas están todas, por eso insisto tanto con el profesionalismo.
-JS: Lo ideal es trabajar con capital propio. Creo que estamos con una financiación cara. Lo ideal sería que cuando a uno le va mal salga a cubrirlo el seguro obligatorio como hay en otros países. En Estados Unidos por todo tipo de pérdidas hay un seguro. Aquí deberíamos implementar un seguro obligatorio multirriesgo.