Los resultados esperados del trigo 2017/18 no eran muy atractivos hasta hace
15 días por los bajos precios ofrecidos a cosecha, pero esa situación va
cambiando por la perspectiva de una magra producción en EE.UU., lo que tonificó
los valores en Chicago y en Rosario: a mediados de semana se ofrecían US$ 170
por tonelada en el Mercado a Término para la época de cosecha local. Con los
precios de mediados de junio, de US$ 160, el resultado económico esperado en
campo alquilado, con un rinde de 45 qq/ha, daba una utilidad de sólo US$ 36 por
hectárea en la zona sur de Buenos Aires.
Cambia, todo cambia
En el oeste, con menores rindes (35 qq/ha), se proyectaba una pérdida de US$
74 por hectárea. Por su parte, en el sur de Córdoba también se calculaba una
pérdida de US$ 65, por la incidencia del elevado alquiler, según información
suministrada por el estudio Zorraquín, Meneses y Asociados. En todos los casos
se asignó el 50% del gerenciamiento y del arrendamiento al trigo, al compartirse
con un cultivo de segunda. Pero los resultados negativos en campos alquilados se
podrían convertir en neutros con cotizaciones de US$ 175-180, que no están tan
alejadas de los US$ 170 del Matba.
Plan b: cebada
A quien no le convenzan aún estos números del trigo y tenga temor de que se alcancen 18-20 millones de toneladas de producción nacional puede volcarse a la cebada. En la región norte de cultivo, la apertura de nuevas plantas lleva a las firmas compradoras a ofrecer 170 dólares por tonelada, con contrato. Los productores ven que con ese precio se puede competir con el trigo, con la ventaja de que con la cebada se puede "estirar" la fecha de siembra 15 días respecto de aquél y desocupar antes el lote, además de diversificar su sistema de producción.
Exigencias
No obstante, las exigencias actuales de las malterías son claras: los remitentes deben sembrar un sólo cultivar en todo el campo, como por ejemplo Andreia. También deben aplicar todo el nitrógeno necesario a la siembra, para cumplir con los parámetros de proteína, e implantarla en lotes que no se encharquen, porque ese ambiente es hostil para la cebada. "Si se va sembrar cebada hay que entender que es un cultivo cuyo grano es materia prima para un producto de consumo humano, lo que requiere considerarlo como un speciality", recuerda un técnico de la zona.