CÓRDOBA.- Los problemas de competitividad de la economía ocuparon el primer
lugar en los reclamos de los empresarios reunidos ayer en el X Congreso del
Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), realizado en esta ciudad.
Detrás se ubicó el "factor electoral".
"No hay certezas de que el tipo de cambio vaya a mejorar significativamente este
año, tampoco el mercado interno reaccionará, el costo de financiamiento es alto
y las bajas de los impuestos demoran. Hay apoyo empresario al Gobierno en el
discurso, pero vía precios no", se sinceró un asistente ante la nacion.
Carlos Levy, presidente de la delegación cordobesa del IAEF, dijo que "hay
buena capacidad de gestión, pero falta transformarla en crecimiento". Respecto
de las elecciones, el titular de Poliarquía, Alejandro Catterberg, insistió en
que, con cualquier resultado, "el macrismo deberá negociar siempre los proyectos
claves con el peronismo".
Ante las preocupaciones empresarias, Ricardo Delgado, subsecretario de
Coordinación de Obra Pública Federal, admitió que el "costo argentino" es
preocupante: "Somos un país caro, con regulaciones que complican a los
privados". En su exposición subrayó que "lo peor ya pasó" y que los números de
crecimiento de la economía así lo marcan.
El economista jefe de FIEL, Daniel Artana, enfatizó que "la madre de todas las batallas es reducir el peso del Estado y mejorar su eficiencia". Y en materia de reforma impositiva, señaló que hay un esquema básico que pasa por reducir el peso de los impuestos y regulaciones a la producción, la inversión y el empleo, y aumentarlos al consumo, a la propiedad y a los ingresos de las personas.
Marcelo Capello, presidente del Ieral, sostuvo que el actual tipo de cambio frente al dólar sigue estando entre los más bajos de los últimos 50 años: "Está bajo, por lo que hay que trabajar fuerte en la competitividad estructural; hoy la Argentina está cara".
Los economistas repasaron datos comparativos de productividad y costos internos (combustibles, energía, laborales, impositivos) con otros países de la región y todos dejan a la Argentina en desventaja. "Hay que bajar los impuestos que más impactan en la competitividad para dañar lo menos posible la recaudación, hay que elegir muy bien los instrumentos a aplicar", resumió Capello.