La suba del desempleo no afecta a todos los sectores y las economías
regionales por igual. Estadísticas oficiales y de consultoras privadas
evidencian la convivencia de dos realidades: inversión extranjera que se
concreta en cuotas, baja oferta laboral en el Gran Buenos Aires -aunque más
amplia en algunas provincias- y los primeros brotes verdes en economías,
principalmente en las vinculadas al campo.
Representantes de pequeñas y medianas empresas de diferentes rubros reconocen que lo que se ve en el conurbano es muy distinto de lo que está pasando en localidades de Santa Fe, Córdoba, San Luis, Neuquén, Chubut, Mendoza, Catamarca, Tucumán e incluso del norte de la provincia de Buenos Aires.
Carlos Moriconi es el CEO de la mayor fabricante de remolques del país, con
sede en Las Rosas (Santa Fe). Se trata de Vulcano, una pyme de capitales
nacionales que provee medios de transporte para el traslado de cargamento a las
industrias de la construcción, el petróleo, la minería y el agro. "Tenemos una
demanda creciente desde que comenzó a ser rentable la actividad agropecuaria",
dice el directivo desde su oficina en la localidad santafecina, a 100 kilómetros
de Rosario.
El plan de Moriconi es invertir $ 30 millones entre 2017 y 2019 para aumentar en 50% la capacidad instalada de su planta, de 5500 m2. El objetivo de Vulcano es reducir los altos costos logísticos del mercado local con el proyecto BiTren. "Trabajamos en tres unidades de negocio: el 70% de nuestros ingresos provienen de la venta de semirremolques (tolvas), que se usan en el transporte de granos; vendemos grúas que cargan entre 30 y 90 toneladas, y vehículos de alto rendimiento (BiTren) conformados por un camión más dos remolques con capacidad de hasta 75 toneladas. El BiTren permite un incremento del 80% en una carga útil", explica el hijo de Alberto Moriconi, fundador de la compañía que nació en 1986. Vulcano cerrará el año con una facturación de $ 120 millones y un incremento del personal. A medida que su planta crezca, la empresa necesitará aumentar su nómina de 110 empleados. "Nos cuesta conseguir gente. Hay personas que buscan trabajo en localidades cercanas, incluso en el Gran Rosario. Pero a pesar de la necesidad, hemos ofrecido vacantes a potenciales empleados que no quieren hacer esto, les cuesta involucrarse con el proyecto", explica Moriconi.
Ante la falta de recursos, Vulcano cerró un acuerdo con el municipio de la localidad de Pinto, Santiago del Estero. "Trajimos gente de esa ciudad, que está 450km al norte de Las Rosas. Pensamos que iba a ser más fácil que los trabajadores migraran de localidades más cercanas, pero no. Tenemos empleados que nacieron en esa ciudad, de 6000, habitantes y que aceptaron el desafío porque tienen mucha necesidad", cuenta el empresario.
Marcelo Cámara, fundador del Grupo Del Viento, coincide con su colega cordobés. "Contratamos a 25 personas entre octubre y febrero, y nos costó. La situación laboral en ésta provincia no es tan mala como la del conurbano. En Chubut hay un bajo índice de desocupación", explica el propietario de la cadena de heladerías, que, de a poco, se expande por el país. Según Cámara, no sólo es difícil retener a la gente que vive en Comodoro Rivadavia, en donde tiene la planta elaboradora de alimentos, también es complicado encontrar especialistas. "No consigo pasteleros, panaderos con experiencia ni baristas. Empezamos a capacitar gente local, pero mientras tanto contraté a un marplatense que viaja una vez por mes", dice el empresario que emplea a más de 100 personas y factura $ 50 millones al año. Del Viento está en pleno proceso de expansión a pesar del golpe que sufrió tras las inundaciones. Con una inversión de $ 13 millones, la marca del mejor helado artesanal de la Patagonia (que además produce chocolates, dulces, panificados y tuesta café) compró seis máquinas industriales, cuatro vehículos de reparto y abrió dos locales (Esquel y Puerto Madryn) que se suman a los ocho que ya tenía. "Perdí $ 100.000 y dejé de ganar otros $ 700.000 por las lluvias que dejaron Comodoro bajo el agua, pero hay que seguir adelante. Estoy por lanzar un vino orgánico con la marca Kurrus que se cultiva en Valle de Uco", adelanta Cámara desde el Sur.
A 1825 km de ahí, en la ciudad cordobesa de Marcos Juárez, la fábrica de tanques cisterna Bertotto-Boglione también está incorporando personal. Eduardo Borri, presidente de la pyme, creada en 1948, cuenta a LA NACION que emplean trabajadores que llegan desde la ciudad de Córdoba, a 220 km de distancia de la planta. "Algunos viajan una hora en auto y otros deciden mudarse. Acá no buscamos gente capacitada, simplemente gente. El Gobierno debería pensar en crear políticas activas para permitir una migración laboral, como ocurre en otros países", sugiere el empresario que se ve obligado a buscar empleados en poblaciones cercanas a la planta, como General Roca, Leones, Inriville y San Marcos.
La empresa que vende tanques de plástico para almacenar fertilizantes, entre otras soluciones, incorporó a 20 trabajadores en los últimos seis meses. Tiene 250 empleados en relación de dependencia y planea contratar 80 más el año que viene.
Bertotto-Boglione no es una pyme más; tiene en carpeta proyectos ambiciosos. "Estamos invirtiendo en la ampliación de la fábrica de cisternas que abastece a la industria del petróleo, principalmente en Vaca Muerta. Ahí vamos a necesitar 20 personas adicionales. También queremos aprovechar el efecto derrame que genere el Plan Belgrano en materia de infraestructura", admite el número uno de la empresa, que firmó una carta de intención con la intendencia de Bahía Blanca para invertir $ 240 millones en la edificación de una planta de producción de columnas para molinos de viento.
En alza
En Tucumán también se ven brotes verdes. A 20 km de la capital de la provincia, en la localidad de San Isidro de Lules, está Veracruz, una citrícola familiar que procesa 30.000 toneladas de fruta por año y exporta el 80% de su producción. Jorge Seleme, director y accionista de la pyme, fundada en 1927, cuenta a LA NACION que con el cambio de gobierno inició un proceso de expansión. "Con $ 50 millones empezamos a ampliar la planta procesadora de fruta fresca para exportar a nuevos mercados de la Unión Europea", dice el empresario, que necesita contratar 300 trabajadores. "Tenemos problemas para conseguir personal. Pedimos ayuda al Ministerio de Trabajo, pero en ciudades de la zona no se busca empleo. Competir con los planes Interzafra (por los que la provincia paga salarios a quienes trabajan en las cosechas) de Luis Manzur es imposible", explica el empresario, crítico de esos planes estatales. "Es el mundo al revés", agrega.
Su colega cordobés Jorge Simonutti, presidente de SICA, la primera fabricante de torres eólicas del país, con sede en la localidad de Esperanza, se expande con viento de cola. El auge por la generación de energías limpias le permitió a Simonutti embarcar su pyme en un proyecto con dos empresas españolas (TecnoAranda y Haizea Wind) para producir 80 molinos de viento por año. "Vamos a necesitar 100 personas en los próximos 10 meses. Por ahora no hay problemas para encontrar gente con oficio o ingenieros. Veremos más adelante", dice Simonutti. Aunque el empresario no quiso compartir detalles de la inversión, medios de España confirman que el desembolso del consorcio argentino-español asciende a $ 150 millones. Ahí se levantarán tres módulos modelo para fabricar torres y hélices metálicas.
Funcionarios del Ministerio de Producción, a cargo de Francisco Cabrera, celebran este proyecto. Según Martín Etchegoyen, secretario de Industria y Servicios, hay pymes en el interior que están invirtiendo, en parte, porque ahora hay medidas oficiales como la ley pyme y la flexibilización para acceder a financiamiento a tasas subsidiadas, que les facilitan la tarea. "A Sica, por ejemplo, la asistimos para que consiguiera crédito y pudiera cerrar el joint-venture con sus pares en España", destaca el funcionario. Lo cierto es que el 75% de los desembolsos comunicados en lo que va del año pertenecen a proyectos de pymes argentinas. Probablemente sean esas las estadísticas que colorean de verde (porque son números positivos) la pantalla del Monitor de la Economía Real, el sistema de datos que ideó Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva, para que los miembros del gabinete se informen en tiempo real. Para el Gobierno ésos son los brotes verdes que comienzan a poblar el bosque.
Fomento pyme
Una buena parte de las búsquedas laborales actuales están a cargo de pequeñas y medianas empresas que se vieron favorecidas por la ley pyme. Entre otros beneficios, la norma exime a las firmas más chicas de pagar el impuesto a la ganancia presunta y les permite computar a cuenta de Ganancias el impuesto al cheque.