Hay "familias enteras migrando empobrecidas del campo a las zonas urbanas,
las napas de las zonas pobladas al acecho de la superficie, barrios enteros en
pueblos, comunas y municipios devastados. La cosecha que no se perdió, está en
el campo, o es imposible levantarla o es imposible ingresar al predio para
retirar la explotación. Los animales se ahogan o se hunden".
Ese texto es de la carta que productores agropecuarios de la zona sur de Santa Fe, vecinos y colegios profesionales de la región presentarán al presidente Mauricio Macri.
Preocupados por la crisis hídrica, constituyeron una comisión de trabajo para
reclamar obras de infraestructura "acordadas" con Córdoba y Buenos Aires que
permitan aliviar la situación, que hace unos cuatro años afecta a la región que
tiene unas 60.000 hectáreas anegadas.
Elizabeth Santiago Grossi, miembro de la comisión, explicó a LA NACION que todo el departamento General López, en el sudoeste provincial, está complicado por los anegamientos. "Recibimos agua desde Córdoba que va a La Picasa y desde la cuenca nuestra no podemos derivar hacia Buenos Aires porque en esa provincia no están las obras que impidan que se inunde", dijo.
Insistió en que la actividad agrícola -predominante en la zona- está en caída
porque "no hay piso ni caminos" para ingresar a los campos. "Ya quedan pocos
tambos porque siguen cerrando, el último dejó de trabajar hace unos 45 días",
agregó.
"Somos una especie de reservorio de agua que no podemos canalizar; pedimos la intervención de la Nación para que las tres provincias trabajen en conjunto. Hasta ahora La Picasa avanza y no se ha hecho nada", ratificó la productora.
En la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, los funcionarios santafecinos presentaron a inicios de mayo el proyecto para la ejecución del canal Alternativa Norte y obras complementarias para disminuir el aporte de esa provincia a la cuenca del Salado. Sin respuesta de Buenos Aires, no se pueden iniciar los trabajos. Desde ese organismo nacional señalaron a este diario que "todavía no hay definiciones".
Según datos de Asuntos Rurales de la Municipalidad de Venado Tuerto, entre el 30 y el 40 por ciento de la ciudad está con problemas por la crisis hídrica. En la carta al Presidente los firmantes le piden que "fije su mirada de gobernante ante el flagelo que hoy significa el desborde hídrico, en el sur de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires".
"Tenemos la certera convicción de que hemos sido víctimas de sucesivas promesas que por décadas, diferentes fuerzas públicas pese a la exposición de sus méritos por cadenas nacionales, ultrajaron nuestro más querido patrimonio: la dignidad -continúa-. Aunque las medidas económicas adoptadas dieron un soplo de aire fresco al sector rural, la gran cantidad de lluvia caída este año ha inmerso tanto al campo como a las comunidades urbanas en la crisis hídrica más letal de la historia", dice la carta.
En ese contexto, quienes suscriben señalan que "parecería que los destinos del país se discuten en y para Buenos Aires, naufragando anacrónico el federalismo y que aprender a pensar en comunidad en bienestar de todos, es un obstáculo para lograr soluciones".
"De continuar sin un plan hídrico serio e integral, el futuro se verá truncado de manera irreparable, quitándonos nuestra dignidad y por supuesto nuestro lugar en el mundo. La dignidad de la que hablamos es el eje estricto del que ningún gobierno puede prescindir, obviarlo, sería despótico", enfatizan.
En ese marco solicitan un acuerdo interprovincial regulador de escurrimiento de agua e instar y/o encargar la realización de proyectos de obras hídricas para el sur de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, "por profesionales idóneos nacionales y/o extranjeros", plazos de ejecución y presupuestos claros. Se ofrecen a "trabajar mancomunadamente en pro de una solución real que priorice el bien común".