El arranque de semana trajo pocos negocios en el mercado local de soja y maíz, ante la caída de precios externa que hace a los productores esperar mejores cotizaciones y una huelga que desde la semana pasada afecta a distintas procesadoras del polo agroexportador emplazado en Rosario.
Tras la explosión en ventas que significó la soja disponible sobre Rosario en $ 4000, a comienzos de este mes con operaciones que subieron 49% en una semana, las operaciones se contrajeron y la situación volvió a ser de retención por parte de los productores a la espera de un repunte en los precios. Las ventas de soja están más de 10% por debajo de igual fecha del año pasado.
En la primera quincena de junio, el Fondo Federal Solidario (FFS), que coparticipa el 30% de las retenciones del complejo sojero, repuntó 17,6% contra igual lapso de 2016, hasta $ 1041 millones, explicado por "mayores liquidaciones, anteriormente retenidas, que encontraron mejores condiciones cambiarias" en esas dos semanas, de acuerdo con el reporte de la consultora Economía & Regiones.
Pero una vez que las cotizaciones locales se contrajeron (ayer se ofrecían $
3700 la tonelada de soja disponible en Rosario), los productores volvieron a
ausentarse del mercado. Lo mismo sucedió con el maíz, el otro producto fuerte de
exportación en la cosecha gruesa, que terminó a $ 2150 la tonelada disponible.
A ese frente complejo, dado que a la industria y la exportación les cuesta que los sojeros se desprendan de su producción a determinados valores (hasta ahora por debajo de u$s 250 la tonelada), se sumaron complicaciones para cumplir con los cronogramas para la llegada de mercadería a las terminales, su descarga y su traslado a los buques.
Eso porque desde el miércoles pasado, distintos gremios que operan en el polo agroexportador, con el apoyo de la CGT San Lorenzo, realizan un paro con protestas en distintos puntos desde Puerto San Martín hasta Timbúes.
Si bien hasta el momento no se registró una paralización total de la actividad, algunas plantas se vieron afectadas por los piquetes, en los que se reclama el cumplimiento del Convenio Oleaginoso Portuario Agroexportador (Copa). Ese convenio equipara desde hace años los sueldos básicos de los obreros de una decena de gremios que operan en la región a los acordados en la industria aceitera.
La huelga afectó durante el fin de semana la carga de unos sesenta barcos que estaban en la zona portuaria de San Lorenzo, San Martín y Timbúes, comentaron fuentes de la industria.
La situación tendió a normalizarse en la mañana del lunes dado que un piquete en la zona de San Martín fue desactivado luego de que se presentaran en el lugar efectivos de Gendarmería y Prefectura.
La acción permitió que ingresara personal temporario a las plantas procesadoras y exportadoras, lo que posibilitó reanudar las actividades.
Sin embargo, anoche desde las empresas se indicó que la situación volvió a tensarse "con amenazas e intimidaciones" y se paralizó la tarea, comentó a la agencia Reuters Andrés Alcaraz, gerente de comunicaciones corporativas de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).