El Ministerio de Agroindustria de la Nación, que conduce Ricardo Buryaile, a través del secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet, destacó la importancia del "desarrollo biotecnológico para incrementar la producción de alimentos y de valor agregado", al inaugurar las sesiones con la nueva conformación de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA).
"En los próximos años acompañaremos la incorporación de cultivos biotecnológicos que generen nichos específicos de muy alto valor agregado, ajustables a producciones de diversa escala, y por tanto apropiados para modelos de negocios accesibles a las pequeñas y medianas empresas", adelantó Roulet al señalar, en relación a las herramientas biotecnológicas para las grandes producciones, que "continuaremos innovando para enfocarnos en adoptar aquellas que incrementen la eficiencia productiva, a condición de que sean plenamente aceptadas por los mercados internacionales".
Durante esta sesión, la Comisión evaluó dos cultivos que responden a esa visión estratégica y que fueron presentados por la empresa argentina Indear, que lleva adelante su desarrollo en colaboración con compañías norteamericanas. El primero consiste en plantas de cártamo que producen la enzima quimosina, la cual se purifica luego de la cosecha y se utiliza en la industria quesera; mientras que el otro radica en plantas de soja cuyo aceite posee un contenido mejorado de ácidos grasos, el cual reduce la cantidad de procesos industriales y la presencia de grasas trans en los alimentos.
Por su parte, el director de Biotecnología y secretario ejecutivo de la CONABIA, Martín Lema, resaltó "el impulso dado a la transparencia y la participación pública en la toma de decisiones en el campo de la biotecnología agroindustrial", al informar sobre el desarrollo de la convocatoria a comentarios del público realizada por medio del Boletín Oficial, y referida a la evaluación de un cultivo de algodón resistente a insectos y tolerante a herbicidas de la empresa Monsanto.
Cabe recordar que este año, la CONABIA estrena una nueva conformación, sumando instituciones científico-técnicas y entidades del sector agropecuario, tras una convocatoria pública a organizaciones interesadas en sumar su aporte. Asimismo se revisó la pertinencia de las instituciones preexistentes y se agregaron reglas de selección de expertos para prevenir cualquier conflicto de intereses.
Debido a que la CONABIA es reconocida como centro de referencia de la FAO en bioseguridad de los organismos genéticamente modificados, se le ha encomendado ahora la tarea de ayudar a organismos internacionales y terceros países que necesiten desarrollar sus capacidades técnicas en esta materia.
Por esa razón, participaron como observadores tres reguladores de Nigeria y Ghana, que se encuentran en el país gracias al Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología de las Naciones Unidas, recibiendo entrenamiento para contribuir a fortalecer el marco regulatorio de la biotecnología en sus países.