Por razones climáticas, la campaña gruesa se extendió y obliga a que la
cosecha de los principales cultivos se realice con exceso de humedad.
Para conocer los riesgos ocultos, realizar un correcto manejo de granos
húmedos, asegurar la calidad de los granos y evitar pérdidas, los
especialistas del INTA ofrecen una serie de recomendaciones técnicas
útiles para enfrentar el reto.
De acuerdo con Diego de la Torre del INTA Balcarce, “los productores
deben tener en cuenta que, la cosecha de grano húmedo implica afrontar
gastos extras de secado y, para estos casos, el INTA desarrolló una
herramienta que permite calcularlos de un modo personalizado”.
En referencia a la recepción de la cosecha en los acopios, de la Torre
recordó que en este contexto la capacidad de secado de los acopiadores,
acondicionadores y puertos se ve superada por lo que le aconsejó a los
productores “coordinar con previsibilidad para evitar demoras
inesperadas en la descarga de los granos”.
Para el caso del almacenamiento en bolsas, se debe tener en cuenta que
la humedad de almacenamiento segura es la de recibo del grano y esta
situación debe considerarse estrictamente temporaria, sobre todo con
humedades de maíz por encima de 17 % y soja por encima de 14 %.
Y aclaró: “El almacenamiento de granos húmedos implica una pérdida de
calidad inminente, por lo que sólo debe hacerse en casos extremos y por
periodos de tiempo cortos, hasta que pueda ser secado”.
“Si se desea almacenar soja para semilla la humedad debe ser de 12,5 %,
como máximo”, aconsejó de la Torre quien, además, sugirió “realizar un
análisis de poder germinativo inicial para seleccionar como soja para
semilla a aquellas bolsas cuyo poder germinativo sea superior al 95 %”.
Asimismo, recomendó ubicar las bolsas en lotes altos y limpios de
rastrojos, preferiblemente con cierta pendiente, para evitar el
anegamiento temporario, luego de una lluvia torrencial y extremar los
cuidados en el cierre de la bolsa y reparar toda rotura en la misma.
A su vez, es ideal disponerlas de a pares y dejar una calle cada dos
bolsas para facilitar la extracción de granos, en caso de ser
necesario. Se deberá anotar en la bolsa la calidad y humedad del grano
embolsado. El especialista destacó la importancia del monitoreo de
dióxido de carbono para detectar tempranamente la actividad biológica.
“En el caso de que los productores decidan cosechar húmedo y realizar
almacenamiento temporario a campo es importante considerar que el grano
húmedo respira intensamente produciendo calor y consumiendo las propias
reservas del grano afectando su calidad”, detalló el especialista.
Ante este panorama es importante recordar las capacidades y
limitaciones de los sistemas de aireación de los silos para manejar
grano con diferentes condiciones.
Por ejemplo, para enfriar grano seco se requiere un caudal de aire
relativamente bajo, mientras que si se requiere mantener en buenas
condiciones el grano húmedo a la espera de ser secado o extraer un
punto de humedad al grano en un tiempo razonable para evitar el dañado
por hongos el caudal de aire requerido es de 2 a 5 veces superior.
Si, en cambio, se quiere secarlos en el silo se requiere un caudal de
aire diez veces superior a una aireación de mantenimiento, además de un
sistema de distribución de aire bien dimensionado, un quemador y un
controlador automático del sistema. Para esto, el INTA desarrolló el
silo secador de granos.
Además, el secado en silo es un proceso lento que dura varias semanas,
por lo que normalmente no se adapta a la logística de un acopio, pero
puede ser una alternativa para productores chicos y medianos.
Asimismo, el organismo tiene a disposición de los productores una
aplicación disponible online de acceso libre y gratuito, llamada
“AireAr“, que permite dimensionar y seleccionar ventiladores de
aireación para silos y celdas.
El manejo de granos húmedos y sus riesgos ocultos
Trabajar con granos, en especial cuando están húmedos, implica un gran
riesgo. Como consecuencia pueden producirse atrapamientos dentro de los
silos o tolvas, arrastres al descargar el material, avalanchas
generadas por el desmoronamiento de bloques de granos pegados o
hundimientos producidos por los falsos puentes creados por bloques de
granos endurecidos con huecos, por debajo.
De acuerdo con el especialista, “todas estas situaciones planteadas son
más frecuentes de ocurrir cuando se almacenan granos húmedos y en malas
condiciones, ya que favorecen el desarrollo de hongos y, como
consecuencia, los granos sufren modificaciones, al punto de fusionarse
unos con otros”.
Para reducir los riesgos, se recomienda ingresar al silo solamente
cuando es necesario y con el equipo de seguridad adecuado como el arnés
unido a una cuerda de vida fijado al exterior del silo, la protección
ocular y respiratoria.
Antes de ingresar al silo, se deberá bloquear el control de encendido
de la descarga, tener –por lo menos– dos personas presentes en el
exterior del mismo, con contacto visual y los teléfonos de emergencia a
mano.
A su vez, no se debe fumar dentro del silo, ni realizar soldaduras
cerca, tampoco permitir que haya niños jugando cerca de las maquinarias
y de los silos.
Fuente: INTA