Uno a cero. Por primera vez en la historia, la Argentina terminará consumiendo más carne de pollo y de cerdo, considerando la suma de los dos productos, que de carne vacuna.
El año pasado hubo un empate entre el pollo y el cerdo, por un lado, y la carne vacuna, por el otro. Mientras el pollo y el cerdo representaron un consumo de 60 kilos por habitante (45 kilos de pollo más 15 kilos de cerdo), la carne vacuna quedó en un nivel de 60 kilos. Para cuando termine 2016, según empresarios y especialistas del sector, el pollo y el cerdo le ganarán a la vaca. Ambos cerrarán juntos el año con un consumo de 64,5 kilos por habitante (48 de pollo y 16,5 de cerdo), mientras que la vaca quedará entre 54,8 y 55 kilos.
La avanzada de las carnes que antes eran hermanas menores de la vacuna obedece a varios factores. Entre ellos está el precio, mayor en los cortes bovinos, un cambio de hábitos en los consumidores y, también, un crecimiento en la oferta de pollo y cerdo.
Contra un promedio de $ 100 pesos el kilo de los distintos cortes vacunos, el cerdo vale de 15 a 20 pesos menos. En tanto, el kilo de pollo va de 35 a 37 pesos en supermercados en la semana, con ofertas de 25 a 27 pesos los fines de semana.
En la relación carne vacuna-pollo este último gana en más de dos veces en precio. Sin embargo, es común escuchar a los especialistas hablar que la carne vacuna rinde más que la de pollo y que los precios se acercan cuando se compara carne contra carne, sin hueso. El dato que brindan es el de un kilo de pechuga, que ronda los $ 85, valor que se aproxima a la carne vacuna.
"El mayor consumo de pollo y cerdo es una tendencia que se queda. Es por un tema de precios y también porque el consumidor se acostumbró a comer otras carnes", señaló Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
Según Schiariti, los precios del cerdo y el pollo lograron romper el seguimiento que hacían del valor de la carne vacuna. Esto es, cuando aumentaba la carne vacuna casi por reflejo lo hacían el pollo y el cerdo. Hoy, según el presidente de Ciccra, "los precios se despegaron" y si hay incrementos en el cerdo o el pollo es por otros factores del negocio, como podría ser un incremento en los costos de la alimentación.
En el caso del pollo, Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), explicó que en el número del consumo por habitante influye que se están comiendo pollos más grandes que antes.
En rigor, están saliendo al mercado con un 10% más de peso, unos 300 gramos adicionales, aproximadamente. Esto es debido a la genética del animal, que facilita este engorde y porque, además, se trata de una estrategia de las compañías para "diluir costos". El maíz, la energía, el combustible, entre otras variables, han impactado en el negocio haciendo subir los costos durante este año.
Domenech, además, anticipa que la exportación cerrará este año un 15% abajo, con un volumen cercano a 200.000 toneladas, porque "el mercado internacional no está demandado y la Argentina está cara en dólares".
En CEPA subrayan que el precio ha sido "determinante" para el incremento del consumo en favor del pollo. "Hubo un cambio de hábitos en la población y eso por un cambio de valores", dijo el presidente de la cámara empresaria.
En el rubro de la producción de cerdo, cuyo consumo cerrará este año en 16,5 kilos por habitante (13,5 kilos de carne fresca y 3 kilos de chacinados), ven como "auspiciante" la tendencia a la expansión que llevan adelante con el pollo. El cerdo viene subiendo su producción y este año tendría otra alza del 6,2 por ciento.
Lo que preocupa en el sector es la importación, que en los primeros diez meses del año subió 100%, con 12.861 toneladas. "Es complicado [el ingreso del exterior] no por la cantidad sino por cómo entra y se comercializa", dijo Juan Uccelli, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, en declaraciones a radio Rivadavia. Alertó que hay producción que viene por ejemplo de Dinamarca, con seis meses de congelación por un excedente en ese país y luego aquí se vende descongelada al público.