En opinión del doctor Mohammad Koohmaraie,
reconocido
experto en calidad de carnes y actualmente consultor privado de la
industria
frigorífica internacional, hay dos aspectos claves sobre los que se
está
moviendo el comercio de carne vacuna en Estados Unidos: la seguridad
alimentaria y los nichos de mercado que hoy dejaron de serlo para
transformarse
en grandes tendencias.
Estos nichos se refieren a la carne de calidad,
tal como la
orgánica, la natural, y la engordada a pasto, y el conocimiento por
parte del
consumidor del lugar de procedencia. Categorías que sectores pudientes,
en
mercados especialmente diseñados para ellos, pagan por tales productos
hasta
tres veces más de lo que vale la carne vendida en gran escala en
supermercados
no especializados. Estos nichos están evolucionando hacia mayores
volúmenes de
carne, lo que genera a su vez mayores inversiones para desarrollarlos.
Lo cual
es una tendencia por demás auspiciosa para la actividad ganadera en su
conjunto.
En cuanto a la evolución de la tecnología se puede
anunciar
que a muy corto plazo entrará en funcionamiento un equipo que con una
única
fotografía tomada en el ojo de bife, determina tres cosas en
simultáneo. Por un
lado el rendimiento de carne libre de hueso y grasa y la calidad de la
misma juzgada
por el color y el grado de marmóreo.A estos dos factores de suma
utilidad para
todo el proceso comercial, hay que agregar la cuestión más
revolucionaria que
este equipo puede llegar a determinar que es la predicción de la
terneza de ese
músculo (bife de chorizo o longissimus dorsi) con un razonable grado de
exactitud. Esta predicción de terneza no termina en ese músculo sino
que está
correlacionado en un 60% con el resto de los principales músculos de
valor de
la res.