Durante el jueves de la semana pasada algunos chaparrones importancia se concretaron en los departamentos del norte entrerriano, el sur correntino y las vecindades de Santa Fe, siendo muy pobre la oferta en el resto de la región pampeana, salvo excepciones de escala reducida. Recientemente una vasta cobertura nubosa tomó la franja central del país, pero el resultado en cuanto a la provisión de agua fue nuevamente pobre, con marcas que en el mejor de los casos alcanzaron los 15 milímetros.
La nubosidad que se presentaba ayer, no tenía las características propias de aquellas que pueden dejar las copiosas lluvias de primavera, tampoco las tormentas de verano, con precipitaciones más puntuales y abundantes. En definitiva, la dinámica atmosférica está jugando en contra del patrón de lluvias de noviembre y por si esto fuera poco, en las últimas horas se está observando una circulación del sur sudeste que afecta el reposicionamiento normal de las masas de aire húmedo. Esta circulación será oscilante al menos hasta el lunes, desde entonces, claramente ingresamos en un período que convergerá en jornadas veraniegas y que abren la posibilidad al retorno de las masas de aire de origen tropical, las cuales son elementalmente necesarias como para que regresen las precipitaciones cuantiosas a gran parte de la región pampeana.
Mientras se esperan las precipitaciones, el balance hídrico para una pastura marcha a la par de la pobre oferta de agua que se ha venido observando. Las reservas regulares ganan territorio, al tiempo que en corredores de la zona central del sur entrerriano, la disponibilidad de agua útil de un campo natural es ya nula y puede considerarse en sequía. Otro tipo de coberturas, implantadas sobre trabajos previos tendientes a conservar la humedad pueden estar en mejores condiciones, sin embargo, la zona mencionada marca el fuerte incremento de la demanda de precipitaciones y el camino hacia donde se proyectan las reservas si no se da una recuperación pluvial antes de que termine noviembre.
Este tiempo más seco puede estar beneficiando el cierre de la campaña de granos finos de la franja central, los cuales seguramente se están secando en condiciones más favorables que las habituales. Es decir, normalmente en la época en la que el trigo de la zona núcleo tributaria de Rosario se apresta a ser cosechado, también aparece la vulnerabilidad a los excesos pluviales, algo que como vemos no se está concretando.
Considerando como se está mostrando la circulación atmosférica es poco probable que veamos precipitaciones sobre la zona núcleo en el corto plazo. Algunas perturbaciones menores pueden generar aumento de la cobertura nubosa, la cual eventualmente y en forma muy dispersa puede dejar alguna precipitación menor, no obstante esto el patrón dominante al menos hasta el viernes próximo es seco.
Por otra parte el ingreso de aire frío en estas últimas horas se posiciona amenazante sobre las áreas trigueras del sur de BA. La posibilidad de heladas en las zonas agrícolas asociadas a los cordones serranos de Tandilia y Ventania es más que elevada. Demás está aclarar el estado de vulnerabilidad de los cultivos de la fina a los fríos intensos en momentos en que se está cerrando la floración.
Mencionamos antes que ingresando a la próxima semana, las condiciones ambientales se modificarán progresivamente hasta consolidar una situación más habitual para recorrer la última parte del mes de noviembre. El retorno de las altas temperaturas acompañadas por la recomposición del aire húmedo, debería traducirse en precipitaciones antes de ingresar a diciembre, de otro modo la evolución del pulso seco en sequía comenzaría a ser una amenaza concreta.