Esos envíos generarán ingresos al país por u$s 1200 millones. Así lo afirmó Claudio Molina, director de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno en diálogo con Télam.
El nivel exportado este año casi duplica las 788.000 toneladas exportadas en 2015, en una industria que a nivel país, terminará el año con una producción total que superará las 2,5 millones de toneladas. Según los datos del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, el pico de lo exportado en los últimos años se dio en el 2014 con 1,6 millón de toneladas. Sin embargo, las expectativas de crecimientos se encuentran en que las 2,5 millones de toneladas producidas este año "se lograron con el uso del 55% de la capacidad instalada en todo el país", afirmó Molina, quien explicó que la industria dispone de 4,6 millones de toneladas anuales en poco más de 30 fábricas, con cinco plantas grandes integradas, radicadas en el Gran Rosario de perfil netamente exportador, que cuentan con una capacidad instalada total de 2,12 millones de toneladas.
Además, "funcionan otras tres plantas grandes no integradas, que se orientan
principalmente al mercado interno, pero que eventualmente pueden exportar
-aunque son menos competitivas porque no tienen instalaciones propias de
molienda de soja-, con una capacidad total de 850.000 toneladas anuales".
En relación a esto, Francisco Jáuregui, Director de la Cámara de Empresas Pymes
Regionales Elaboradores de Biocombustibles (Cepreb), aclaró que las mayores
ganancias del sector se orientaron hacia los grandes productores: "En la
Argentina hay dos sectores bien diferenciados que coexisten: los grandes
productores, que se dedican al segmento exportador, y las pymes, que se dedican
pura y exclusivamente al mercado interno".