Con una serie de jornadas de estudio que comenzó hoy, la Cámara de Diputados dará el primer puntapié. Para ello, fueron convocados una serie de especialistas y referentes del sector para dar sus visiones respecto a las iniciativas en cuestión.
También concurrieron funcionarios del Ministerio de Agroindustria, el INTA, de la Comisión Nacional de Semillas y del Instituto Nacional de Semillas. También fueron invitados investigadores del ámbito académico.
Para lo que queda de 2016, está previsto un tratamiento en dos reuniones, una hoy y otra el 22 de noviembre. Allí, junto a los especialistas, los diputados abordarán en mesas informativas la coyuntura para dimensionar los efectos reales en la materia.
Todos los actores involucrados coinciden en la necesidad de actualizar la normativa, aunque las diferencias radican en cómo se instrumentará una nueva ley. Fueron invitados empresarios del sector y académicos.
La renovación de la ley es el punto de partida para sincronizar la exportación que marca el ritmo de la economía argentina con sus reglas de juego. En un escenario en el que las regulaciones datan de antes de la fuerte impronta del grano genéticamente modificado, todos los actores de la agroindustria quedan expuestos a la relación de fuerzas que manda en el mercado.
La discusión por colocar este tema y por
las eventuales modificaciones que reciba obedecerá al poder de negociación que
tengan los distintos bloques del Congreso, y a la repercusión que impulse cada
jugador puertas afuera, se espera el inicio de estudio pero que el abordaje a
toda marcha empiece después de marzo.