Más que las paritarias o el bono de fin de año, el crecimiento y el empleo son el desvelo en el oficialismo a sólo semanas de comenzar la campaña electoral del año que viene. En ese contexto, el Gobierno debate internamente cómo acelerar la expansión de la economía y en esa interna aparecen dos bandos desiguales: todo el gabinete económico de un lado y el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger , del otro. "Hoy el crédito está creciendo hace dos meses a un 3%, pero necesitaríamos una mayor baja de tasas", afirmó a LA NACION el importante funcionario. Con él concuerdan el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay , y el ministro de Producción, Francisco Cabrera , entre otros funcionarios preocupados por la falta de vitalidad de los llamados "brotes verdes" de la economía. Todos, no obstante, rescatan la independencia de la entidad regulatoria.
El debate tiene también justificaciones numéricas. Para la Casa Rosada, la inflación terminará 2016 con un alza de 34,8 por ciento. Según afirman en los pasillos de Balcarce 50, el primer semestre sumó 24%, mientras que el segundo terminará con un poco más de 10 puntos de inflación, lo que reflejaría la desaceleración de los aumentos de precios. Esos números surgen de un índice que pondera en un 54% el dato de la provincia de San Luis y, en un 46%, el de la Ciudad de Buenos Aires. Son los datos alternativos que el Indec usó ante el apagón estadístico de fin del año pasado y que buscan ser una especie de índice a nivel nacional, algo que el organismo que dirige Jorge Todesca empezó a construir hace poco tiempo. Vale recordar que el instituto -que mide en territorio porteño y bonaerense- no tendrá a fin de año un índice anual, ya que su primer número es de mayo.
La Casa Rosada prefiere usar ese dato combinado -en medio de las pujas de algunos gremios por una reapertura de paritarias y por bonos de fin de año mayores a los $ 2000 que se pactaron con la CGT unificada- antes que el índice que publica la Ciudad de Buenos Aires, que ya acumuló 32,8% el mes pasado y que tiene un dato a doce meses de 43,1 por ciento. Así, varios sindicatos estiman que la licuación salarial (con paritarias cerradas en promedio al 30%) será de cerca de 10 puntos o más. Para el Gobierno será menor, ya que toma otro indicador y además suma los beneficios de las mejoras en las asignaciones familiares y en el mínimo no imponible de Ganancias del primer semestre y de la exención limitada en el impuesto para el aguinaldo.
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) para septiembre, que publicó el BCRA y que engloba los datos privados, estimó un alza de la inflación GBA de 39,4%. No obstante, la suba de precios a nivel nacional aparece para el mes pasado en 36,6%. Se trata de un número casi dos puntos por encima de la estimación de la Casa Rosada.
Quizás por eso, luego de una fuerte baja desde el 38%, esta semana la entidad que dirige Sturzenegger mantuvo el martes -por quinta vez consecutiva- su tasa de interés para Lebac a 35 días en 26,75% anual. En el mercado estiman que se trata de una señal de prudencia a pesar de que el BCRA repite que la inflación está siendo contenida por el Gobierno y que se desacelera mes a mes.
A esto se sumó que sólo a mediados de este mes, los bancos privados acortaron las brechas entre la tasa que pagan para plazos fijos (que siguieron las bajas iniciales del BCRA) y aquellas a las que prestan. En los primeros días del mes, según publicó Ámbito Financiero, aplicaron un recorte de cuatro puntos en los créditos al consumo, como personales, prendarios y tarjetas de crédito, lo que llevó la tasa nominal anual cercana al 34%, en promedio, para un préstamo personal; y al 28% para un prendario.
Sin embargo, en la Rosada estiman que el congelamiento de baja de tasas de referencia que Federico Sturzenegger implementó en las últimas semanas no aviva "suficientemente" el crédito y que la entidad podría avalar una caída de hasta dos puntos más. Pese a los buenos modales, la interna en el Gobierno continúa abierta.