LA PLATA.- Intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares ya no
tendrán reelección indefinida en la provincia de Buenos Aires. Estos
funcionarios sólo podrán ser reelegidos una vez, y el mandato actual de los
funcionarios se contará como el primero. Es decir que los representantes votados
en 2015 sólo podrán volver a postularse en 2019.
Ayer, el Senado provincial votó una ley que fijó un límite similar al que ya existe para el gobernador y el vice, expresado en la Constitución bonaerense.
Es el fin de una etapa. Es, en particular, el ocaso de los intendentes
históricos, que se perpetuaron en sus puestos -ratificados por el voto- durante
décadas en algunos casos.
La iniciativa alcanza a los 135 intendentes, 138 legisladores y 1097 concejales y 427 consejeros escolares de este territorio. Pero es especialmente sensible para los caciques del Frente para la Victoria que gobiernan desde hace más de dos décadas de manera ininterrumpida.
Por caso, Julio Pereyra, que llegó a la jefatura comunal de Florencio Varela en 1993 y está atravesando el sexto mandato al frente del Ejecutivo comunal. Con 23 años en el poder, es el decano de los barones del conurbano. O Alberto Descalzo, de Ituzaingó, que tiene 21 años como alcalde. Llegó en 1995 y sumó ya su quinta reelección.
Justamente, parte de los senadores del FPV aliados a los intendentes votaron en contra del proyecto, aprobado por la mayoría de Cambiemos, el Frente Renovador y aliados.
La reforma política sólo alcanzará a la ley orgánica de las municipalidades. Establece también un régimen de incompatibilidad de cargos para evitar que un concejal sea también funcionario provincial o nacional. O que un alcalde sea ministro con licencia en el municipio. Esta incompatibilidad -que no alcanza a los legisladores- comenzará a regir cuando termine el actual mandato.
Cambiemos tiene a varios funcionarios en esta doble función. Por caso: Jorge Macri es intendente de Vicente López y director del Banco Provincia. Pero ésta es una excepción expresa en la ley: tener un cargo en el Banco Provincia no es incompatible con ser intendente.
"El régimen de incompatibilidades establecido en el artículo 2 será aplicable a partir del próximo período para el caso de intendentes, concejales incursos en las nuevas causales", dice la ley. Más tarde aclara que las incompatibilidades no alcanzan a los docentes ni a los directores del Banco Provincia.
La ley votada es una síntesis de tres proyectos redactados por los diputados Ramiro Gutiérrez, Rubén Eslaiman (FR) y Alejandro Armendáriz (UCR). Pero cuenta con el aval de la gobernadora María Eugenia Vidal, que se expresó en público a favor del límite a los mandatos. También Sergio Massa batalló por el tema durante la campaña.
No todos los intendentes se mostraron entusiasmados.
Descalzo mostró sus reparos a LA NACION un par de meses atrás. "No es una preocupación si los intendentes pueden o no ser reelegidos por uno o más períodos. Creo, sí, que las leyes hay que adecuarlas a los tiempos, pero la preocupación hoy pasa por defender el empleo, por crear nuevas fuentes de trabajo, por terminar con las inundaciones, por tener mayor seguridad, mejor educación. Ésas son las preocupaciones de mis vecinos y por supuesto las mías también", dijo el alcalde en mayo último.
Ayer, un vocero de Descalzo dijo que el intendente cambió de opinión y ahora está de acuerdo con la ley. Ayer no contestó, estaba de vacaciones.
La reforma alcanza a la ley orgánica de las municipalidades, que en su artículo 3 establece: "El intendente y los concejales serán elegidos directamente por el pueblo, durarán cuatro años en sus funciones y podrán ser reelectos". El nuevo texto aclara que "podrán ser reelectos por un nuevo período" y "si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período".
De acuerdo con la nueva redacción intendentes, concejales, consejeros, senadores y diputados podrán ser elegidos por cuatro años. Y podrán volver a postularse sólo una vez más. Es decir, podrán permanecer en el poder por ocho años. Luego deberán irse a su casa por un período antes de volver a postularse en el mismo cargo electivo.