Durante la última quincena, en la Bolsa de Chicago (EEUU), y para los granos, mostraron fuertes pérdidas de precios para el complejo soja y sus derivados. En realidad ya los cereales habían caído, por lo que sostuvieron sus alicaídos precios.

El contexto fue dominado por la debilidad de las bolsas y por un mercado con pronósticos cambiantes sobre el clima y el estado de los cultivos en los EEUU. Sin embargo, y para el caso del maíz, el mercado está descontando una cosecha del orden de 370 Mt. En el caso de la soja, puede haber mayores dudas.

Los cereales sostuvieron sus bajos precios y el del maíz cerró a 130 y el trigo de Chicago y de Kansas a 150 y 152 u$s/t, respectivamente. Estos precios, se ubicaron en mínimos del año y, en el caso del maíz, desde septiembre de 2014.

Por su parte, los aceites vegetales continuaron su derrotero debilitado y sin cambios, con sus precios cerrando por debajo de los 700 u$s/t.

En el caso de la soja, hasta el jueves 28/07 culminaba con cuatro semanas de bajas. Pero el viernes 29/07, la soja subió 3% porque  los fondos compraron 1,4 Mt, incurriendo en activos de más riesgo. No hubo razones fuertes sino especulativas, dado que el dólar se desvalorizó, subió el oro y cayó fuerte el petróleo.

En cuanto a los pronósticos climáticos de las zonas productoras de los EEUU, de dos semanas indicaron temperaturas normales y lluvias por debajo de lo normal. Muy débiles como para afectar el inmejorable estado del maíz. Pero la soja, aun arroja dudas, faltando meses claves para consolidar sus rindes.

La soja y sus subproductos pasaron de un rally alcista a uno bajista. Durante el mes de julio que culminó, cayo de los 430 a 379 u$s/t, o sea semanas que restaron 13%, y con similares mermas para la harina y el aceite.

Pese a las bajas, las primas de la soja sobre el maíz y el trigo se incrementaron y la mayoría de los operadores estimaron que se sostendrán.

Es muy prematuro pronosticar nuevas bajas porque el atraso de la oferta exportadora de Brasil y de la Argentina, sigue dejando a los suministros de EEUU, como gran único proveedor. Además se muestra muy competitivo, con precios de maíz en promedios semanales de 174 u$s/t versus las de Argentina a 182 u$s/t, y las de Brasil a 193 u$s/t. Para la soja iguales promedios de ventas de EEUU fueron a 407 u$s/t, versus de la Argentina a 414 y de Brasil a 424 u$s/t.

Según el USDA de julio no hubo cambios sustantivos en los indicadores o estuvieron dentro de rangos esperados por los operadores del mercado. En la nueva temporada 2016/17, crecerían las producciones, pero salvo el trigo, dejaron indicadores normales en relación al uso o consumo. Esto deja un fondo de expectativas alcistas, pero a la vez, las dudas intactas. Hay alertas por el informe de agosto, en que podría incrementar la oferta.

En el mercado local, los resultados proyectados de las cosechas mejoraron con las alzas de los precios. Las urgencias de la demanda de las fábricas y de los exportadores, siguen actuando como fortalezas propias y al margen de las de Chicago.

En las últimas semanas se incrementó el pago interno por el maíz, por la urgencia de completar embarques en la zona de Bahía Blanca o Necochea.

Las perspectivas agrícolas locales para 2016/17 indicaron áreas crecientes de trigo, maíz y una estabilidad para la soja. Las perspectivas para uso de la tecnología colocan al sector a la vanguardia y tornan el escenario favorable. Esto valoriza el aporte del sector rural y de las tecnologías.

Las cotizaciones en las pizarras, en los forward y en el mercado de futuro (Matba y Rosafe), declinaron para meses cercanos pero pese al contexto externo, siguen atractivas para la nueva cosecha.

Es importante aprovechar ventas a corto y mediano plazo dado que pagan precios de soja, maíz y trigo por arriba de las paridades reales.

No obstante, hubo ajustes a la baja sobre los precios de la nueva cosecha, pero aun permiten fijar pisos en los precios.

Una vez más en un contexto de fuerte volatilidad, las estrategias más relevantes son las comerciales. Fijar precios, calzar ventas y asegurar resultados mínimos. Usualmente, el mercado cambiante permite realizar las mismas con gran utilidad.