Por segunda jornada consecutiva, los precios de la soja subieron ayer con fuerza en la Bolsa de Chicago y cerraron la rueda con una ganancia de hasta el 4 por ciento. El retorno de las lluvias a las zonas agrícolas de la Argentina que aún no lograron dejar atrás los excesos hídricos de abril, que ocasionaron un fuerte atraso en la cosecha; pérdidas en volumen que oscilan de 5 a 10 millones de toneladas según relevamientos y especulaciones, y severos daños sobre la calidad de los granos, fue el principal "combustible" alcista para el avance arrasador de los fondos de inversión, que acumularon compras por 21.000 contratos, equivalentes a 2,86 millones de toneladas.
En el final de los negocios, las pizarras reflejaron subas de 16,35 y de
12,95 dólares sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos ajustes
resultaron de 420,44 y de 415,48 dólares por tonelada. Menor fue la ganancia
para la posición noviembre (coincide con el ingreso de la nueva cosecha
estadounidense), que ganó 4,87 dólares al cerrar con un precio de 397,48
dólares.
"Si bien hay un componente de especulación en las fuertes subas, también hay cierta lógica. Los problemas en la Argentina afectan las potenciales exportaciones de harina de soja y la demanda internacional está firme. Como resultado, los vendedores estadounidenses se viene viendo beneficiado y sus márgenes de molienda han alcanzado máximos en más de dos años", explicó a LA NACION Sebastián Olivero, director de AgroTecei Consultores.
Ayer, la posición julio de la harina de soja en Chicago trepó un 4,81%, al
pasar de 439,93 a 461,09 dólares por tonelada. Pero desde el 8 de abril pasado,
momento en el que se inició la tónica alcista por el exceso de lluvias en las
zonas agrícolas argentinas, este subproducto, del cual la Argentina es el
principal exportador global, acumula una ganancia del 52,83% en la plaza
estadounidense, desde los 301,70 dólares de entonces.
"Todavía resta cosechar un 20% de área, que equivale a unos 10 millones de toneladas. Además, hay mucho embolsado que ira comercializándose en forma lenta y sólo en la medida en que los caminos rurales estén habilitados para el tránsito de camiones y, probablemente, en medio de nuevos rounds alcistas o de la expectativa por un tipo de cambio más elevado", dijo Olivero.
Desde Brasil también le aportaron condimentos alcistas al mercado de soja, dado que la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales redujo de 98,6 a 97,9 millones de toneladas el volumen de la cosecha y de 55,3 a 54,6 millones su previsión sobre las exportaciones 2015/2016.
Impacto local
Las fuertes subas externas también tuvieron su correlato en el mercado doméstico, donde los compradores ubicaron sus ofertas en un rango de 4100 a 4150 pesos por tonelada de soja para la zona del Gran Rosario, frente a los 4000/4050 pesos vigentes anteayer. Fuentes del sector comercial indicaron que hubo operaciones en hasta $ 4200, en función de una necesidad muy puntual de un exportador. Durante la rueda el volumen comercializado fluctuó entre las 70.000 y las 80.000 toneladas.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones julio y noviembre de la soja sumaron US$ 8,50 y 7,50, en tanto que sus ajustes fueron de 306 y de 313,50 dólares por tonelada. La suba acumulada de estos contratos desde el cierre del 8 de abril es del 39,7 y del 37% frente a los 219 y a los 228,80 dólares vigentes entonces.
"Las alzas son atractivas para tomar coberturas flexibles en el mercado de futuros y opciones, es decir, comprar puts que se han tornado más baratos. Podría ser un put noviembre de US$ 292, con una prima de 5 dólares. Así, el productor se asegura un piso de US$ 287 y mantiene abierta la posibilidad de capitalizar eventuales nuevas subas en los precios", recomendó Olivero.
En cuanto al maíz, si bien ayer casi no hubo cambios en los precios externos, sí se advirtió una mayor firmeza en la plaza local. Los rumores de la rueda anterior se materializaron y los compradores pagaron en forma abierta $ 3000 por tonelada de cereal para entrega en el muy corto plazo sobre las terminales del Gran Rosario, $ 200 más que la oferta abierta de anteayer.
Para Bahía Blanca los compradores propusieron $ 2900 por tonelada de maíz y para Necochea, $ 2400, con mejoras de $ 50, respectivamente. En cuanto a las operaciones con entregas diferidas durante el segundo semestre, volvieron a oscilar de 190 a 180 dólares en las diversas terminales argentinas.
El maíz del ciclo 2016/2017 se cotizó a US$ 165 para Bahía Blanca y para Rosario, y a US$ 160 para Necochea. En el Matba, la posición julio sumó US$ 1 y cerró con un ajuste de US$ 188, en tanto que el contrato abril se mantuvo estable, en US$ 167.
El trigo se negoció a $ 2530 en Bahía Blanca y a $ 2450 en Rosario, en tanto
que los molinos pagaron entre 2450 y 4080 pesos por tonelada.
Prevén un 30% más de maíz en la zona núcleo
En su informe semanal sobre los cultivos de la zona núcleo agrícola argentina, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó ayer que la siembra de maíz 2016/2017 en la región crecerá un 30% respecto del ciclo anterior.
"Crece el entusiasmo por el cereal de verano en la región y ya comenzaron las ventas de semillas de maíz y los insumos necesarios para la nueva campaña gruesa. Atraen el precio y los beneficios que aporta la rotación de cultivos", indicó la entidad. Y añadió que la previsión alcista en la intención de siembra se da incluso pese a que en el verano se augura un evento Niña.
"El 30% de crecimiento previsto implica casi 200.000 hectáreas, que se sumarían a las 600.000 sembradas en la campaña anterior en la zona núcleo", indicó la GEA.