Más allá del área afectada por los graves excesos hídricos del centro del territorio nacional y del litoral, gran cantidad de productores enfrentan problemas para trillar, transportar y cumplir los compromisos de entrega de granos pactado con anterioridad. "Algunos están en situación mejor, otros peor, pero todos preocupados por el destino del fruto de su trabajo, con consultas permanentes de los pronósticos y conversaciones con cosecheros, transportistas y acopios", observa el presidente de una cooperativa.
Mientras tanto, surgen preguntas clave para los que pueden tomar un poco de
distancia del problema climático. La primera es: ¿qué pasó con la evolución de
los precios de los granos entre la situación previa al desastre y hoy? Y la
segunda, vinculada a la anterior: ¿Qué decisiones tomar con la comercialización
cuando el clima se normalice?
Con relación al aumento del precio de la soja entre marzo y hoy, el consultor Sebastián Olivero recuerda que hace tres semanas la oleaginosa se cotizaba a US$ 330 por tonelada para el futuro más cercano en Chicago y a mediados de esta semana llegó a US$ 362. En los mercados argentinos pasó de 3000 a 3600 pesos por tonelada.
Por su parte, el maíz valía US$ 138 por tonelada en Chicago hace tres
semanas, contra US$ 152 de esta semana. En el mercado de Rosario pasó de 2100 a
2600 pesos por tonelada. Olivero también observa que, además del salto brusco en
las entregas cortas, se registraron subas en las posiciones más largas, como
julio y septiembre de 2016, y mayo de 2017.
En función de este comportamiento, el consultor recomienda, a quien necesite fondos en los próximos días y pueda cargar camiones, concretar ventas cortas, sobre todo, de maíz, antes de que reaparezca la oferta interna masiva y comience a sentirse el efecto de la gran siembra de los Estados Unidos, que llevará el área a 37,9 millones de hectáreas, 2,3 millones por encima del ciclo anterior, y que puede dar lugar a una cosecha récord, de 365 millones de toneladas.
Quien no tenga necesidad de venta inmediata puede tomar un put -que se abarató o en los últimos días por la suba de precios- que le pone un piso al precio de venta y preserva el derecho de capturar cualquier alza futura si continúan las complicaciones durante la recolección. Esta semana se ofrecían puts de US$ 145 por tonelada, con 4 dólares de prima. En un escenario bajista se cobran US$ 141, pero si el maíz se catapulta a US$ 180, la cuenta final da 176 dólares.
Números inciertos
"Día a día se va perdiendo calidad y rendimiento en los cultivos de soja sin cosechar. Nadie sabe si son dos, cuatro o seis millones de toneladas las que se perderán, pero sí se sabe que éste ha sido un factor alcista sobre los precios", entiende un técnico que recorre muchos campos agrícolas.
No obstante, si el clima se normaliza "los precios pueden bajar rápidamente porque muchos productores van a querer entregar mercadería para cumplir contratos vencidos y otros van a cargar para aprovechar los días en los que se puede trabajar", advierte Olivero.
Al productor que necesite efectivo, Olivero le aconseja aprovechar los precios actuales para vender. Si no lo necesita puede asegurar un piso cerrando algún negocio con ventas a mediados de año a 250 dólares por tonelada. Otra opción más flexible es un put noviembre a 244 dólares por tonelada, con 3,50 dólares de prima, que da un piso de 240,50 dólares y que permite capturar cualquier suba eventual.