La incertidumbre generada por los excesos hídricos que afectan amplias zonas agrícolas de la Argentina, justo en el momento en que las cosechadoras deberían trabajar en forma incesante para levantar la producción de soja y maíz de los campos, habilita todo tipo de especulaciones en cuanto a eventuales pérdidas. Por caso, ese beneficio fue bien usufructuado ayer por los fondos de inversión que operan en la Bolsa de Chicago, que impulsaron alzas superiores al 3% sobre los precios de la oleaginosa tras calcular mermas de hasta 10 millones de toneladas en la producción de soja argentina, que quedaría así en torno de los 49 millones.
Al cierre de los negocios en la plaza estadounidense, las pizarras mostraron
subas de US$ 11,48 y de 11,67 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos
ajustes fueron de 362,11 y de 365,51 dólares por tonelada. Para llegar a estas
mejoras resultó fundamental la compra de 25.000 contratos, equivalentes a poco
más de 3,4 millones de toneladas, por parte de los fondos especuladores.
"La producción argentina es clave en estos momentos para el mercado global, sin embargo, plantear pérdidas del orden de los 10 millones de toneladas me parece una exageración", dijo a LA NACION Adrián Seltzer, de la corredora Granar SA. El especialista calculó un rango posible de mermas de entre 4 o 5 millones de toneladas. "Más allá del volumen, sí habrá mucha pérdida de calidad en las sojas de primera, y es posible que en algunas zonas resulte necesario importar soja extrazona o esperar la soja de segunda para poder mezclar y evitar descuentos muy importantes e incluso rechazos de camiones en puertos y en fabricas", explicó.
Pero la ola de rumores ayer no se agotó en el volumen de la cosecha argentina. Según indicó Marcelo Accari, de la corredora Morgan, García Mansilla y Cía. SA, desde Chicago se recibieron consultas por la eventual caída de la molienda de abril en la Argentina. "El volumen de 4,6 millones de toneladas de molienda que ellos esperaban ver en mayo, primero lo bajaron a 4,2, y poco después ya estaban hablando de 3,6 millones", detalló el especialista, para quien la valoración externa de la caída de la molienda perece "muy apresurada". En cuanto a la cosecha, para Accari resulta "prudente pensar en una pérdida superior al 5% de la producción proyectada".
Firmeza doméstica
En el epicentro de la noticia, las fábricas volvieron a favorecer a los vendedores que comprometieron las entregas más cortas y los volúmenes más grandes para la zona del Gran Rosario. Para esos casos, asignaron entre 3550 y 3600 pesos por tonelada. Las descargas intermedias recibieron $ 3500 y las operaciones con entrega contractual (dentro de los 30 días) oscilaron de 3400 a 3450 pesos. Estos valores, que en general repitieron los vigentes en las ruedas precedentes, volvieron a quedar muy por encima de la capacidad teórica de pago de la demanda, que fue calculada por el Ministerio de Agroindustria en $ 3305.
Sin ofertas abiertas en el recinto de negocios de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las propuestas informales por soja con entrega en mayo fueron de US$ 245 por tonelada para la zona del Gran Rosario y para Bahía Blanca, con alzas de 6 y de 10 dólares, y de US$ 238 para Necochea, US$ 6 por encima del valor vigente anteayer.
La tendencia alcista también se evidenció en el Mercado a Término de Buenos
Aires (Matba), donde las posiciones mayo y julio de la soja subieron US$ 7,40 y
7, al cerrar con ajustes de 248,20 y de 251 dólares.
"La recomendación para los productores es que vayan aprovechando estas subas para ir calzando algunas ventas o para comprar puts (opción de venta en el mercado de futuros) que se han abaratado. Por mas que se pierdan 8 o 9 millones de toneladas, una vez que el clima se normalice seguramente habrá un periodo de reacomodamiento de precios a la baja, ya que mucha gente estará entregando mercadería no sólo por lo atractivo de los precios, sino por la enorme cantidad de compromisos que no se ha podido cumplir y que deben ser reprogramados", dijo Sebastián Olivero, director de Agro-Tecei Consultores.
Acerca del maíz, las subas externas fueron más modestas que las de la soja, pero acentuaron la tendencia positiva. En efecto, las posiciones mayo y julio en Chicago sumaron US$ 1,38 y 1,77 y cerraron con ajustes de US$ 151,37 y de 153,34.
En la plaza local, la exportación volvió a pagar $ 2500 por maíz con entrega hasta el 27 del actual para el Gran Rosario, sin cambios, y $ 2450 para Bahía Blanca, $ 100 más que anteayer. Los negocios para entregas diferidas se volvieron a hacer en US$ 155. En el Matba, las posiciones abril y julio del cereal sumaron US$ 3,50 y 4, al cerrar con ajustes de 181 y de 159 dólares.
Brasil suprimió el arancel para comprar maíz
Tal como lo había anticipado la semana pasada la ministra de Agricultura de Brasil, Katia Abreu, ayer el país sudamericano confirmó la supresión por seis meses del arancel del 10% que grava la importación de maíz desde países ajenos al Mercosur. La medida habilita la compra de hasta 1 millón de toneladas.
Con esta disposición, el gobierno de Brasil busca revertir la fuerte suba del precio doméstico del maíz y moderar las protestas de los productores de porcinos y de pollos, que en los últimos meses debieron asumir el incremento en sus costos de producción. El aumento de los precios internos del cereal está vinculado, fundamentalmente, con las exportaciones brasileñas récord.