Rodeado de sindicalistas, legisladores y gobernadores, Mauricio Macri anunció
ayer una suba en el piso para el pago del impuesto a las ganancias, que pasará
de los actuales 15.000 pesos de salario en bruto a 30.000 para aquellos
trabajadores casados con dos hijos. La reforma implicará un aumento indirecto en
el sueldo de bolsillo de entre el 8 y el 22 por ciento y hará que dejen de
tributar unas 180.000 personas.
Para dar algún incentivo a aquellos que cobran sueldos más bajos que no están alcanzados por este impuesto, el Gobierno dispuso duplicar el tope del ingreso para poder recibir asignación familiar, con lo que representa una mejora en los salarios de menos de 15.000 pesos de casi el 20 por ciento.
"Este reclamo lo viví recorriendo el país durante la campaña. Siento que estamos dando un primer paso adelante, un paso en el cumplimiento de las promesas de empezar a generar justicia", celebró el Presidente durante el anuncio. Lo escuchaban en la primera fila los principales representantes de los sindicatos más afines, como Hugo Moyano (Antonio Caló fue el gran ausente), además de gobernadores y legisladores de las bancadas opositoras, a excepción de los integrantes del Frente para la Victoria.
Sin embargo, no se dieron precisiones sobre la actualización de las alícuotas, con lo que la mejora se podría diluir a partir de los aumentos que se fijen este año en las negociaciones paritarias. De todos modos, el Presidente prefirió avanzar por decreto con la medida para acotar los reclamos salariales.
Sin hacer mención a ningún proyecto de ley, el Presidente instó al Congreso a "ir corrigiendo y mejorando los instrumentos", en lo que pareció una alusión tácita para reformar las alícuotas, que no tuvieron modificaciones desde el año 2002. En el Gobierno dijeron que no enviarán ninguna iniciativa, sino que dejarán que el Congreso acuerde tratar las escalas entre los proyectos que ya están presentados, aunque sin plazo.
Con estas medidas, un sueldo de 32.000 pesos en bruto de una persona casada con dos hijos pagará 2353 pesos, lo que representa una mejora del 22 por ciento en la suma de bolsillo. La misma suba tendrán los salarios por encima de los 36.000 pesos. De ahí en adelante la mejora disminuye. Hasta ahora, pagaban Ganancias quienes cobraran más de 15.000 pesos antes de agosto de 2013.
Los gremios, en general, celebraron la medida, aunque esperaban más. "Es un avance, pero faltan todavía muchos temas para discutir", planteó Hugo Moyano, que ocupó la primera fila del Salón Blanco de la Casa Rosada, el lugar elegido por Macri para su primer gran acto político. El líder camionero se movió como en su casa. "Nos parece importante el anuncio, pero más que nada la promesa de que va a ser progresivo", agregó Julio Piumato, del gremio de los judiciales, ante la posibilidad de que efectivamente el Congreso trate en el corto plazo la reforma en las escalas. La medida tendrá un costo fiscal de 49.000 millones de pesos, comenzará a regir a partir del 1° de marzo y será retroactiva al 1° de enero. Para el caso de un soltero sin hijos, el tope se fijó en los 22.656 pesos en bruto (18.880 neto). El Gobierno no informó cuántos trabajadores que no pagaban Ganancias por el último decreto del kirchnerismo, de 2013, ahora sí lo harán a partir de los aumentos salariales que recibieron desde entonces. "Es imposible de definir", dijo el jefe de la AFIP, Alberto Abad.
Con menos repercusión, la otra medida de fuerte impacto en los bolsillos fue para los salarios más bajos, la mayoría de la población, que no están alcanzados por Ganancias, un hecho que casi pasó inadvertido para los sindicalistas, que llegaron a la Casa Rosada sin saber los detalles del anuncio.
A partir de estos cambios, las familias que tengan ingresos hasta 60.000 pesos en bruto por mes, con un tope individual de 30.000 pesos, podrán cobrar asignaciones por cada hijo en edad escolar. Hasta ahora, el máximo de ingresos familiares era la mitad. Esta mejora impacta fuertemente en el segmento de trabajadores con sueldos más bajos. A partir de la nueva ley que fijó el año pasado la movilidad de las asignaciones, que se actualizan como el haber jubilatorio de manera automática dos veces al año, la asignación familiar pasó a ser hoy de 966 pesos. Según el cálculo que distribuyó el Gobierno, beneficia a 1,6 millones de personas. En este caso, la inversión social será de 14.000 millones de pesos anuales, muy por debajo de lo que implica la reforma en Ganancias.
Junto a Macri se mostraron los gobernadores María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Gerardo Morales (Jujuy), Gildo Insfrán (Formosa), Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Manzur (Tucumán), Mario Das Neves (Chubut), Juan Schiaretti (Córdoba), Ricardo Colombi (Corrientes), Carlos Verna (La Pampa), Alberto Weretilneck (Río Negro) y el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Insistentemente Macri los llamó "amigos gobernadores". No es para menos. Por ser un impuesto coparticipable, serán las provincias las que compartirán el esfuerzo fiscal de la reforma en Ganancias.