La última semana se vio caracterizada por la frecuencia de eventos pluviales, los cuales se vieron favorecidos por la persistencia de aire húmedo que fue consolidado durante la jornada del lunes con una fuerte irrupción de aire de origen amazónico. Las altas temperaturas y el avance de una zona de baja presión desde el oeste hacia la zona central de la región pampeana facilitaron la dinámica necesaria para aprovechar el alto contenido de humedad atmosférica.

Previo al evento que se observó cambiando del martes para el miércoles, las lluvias ya se habían hecho presentes en gran parte de la región pampeana en la madrugada del sábado y en durante el fin de semana. Por entonces tormentas de gran escala avanzaron desde el sudoeste, dejando una carga importante de precipitaciones fundamentalmente en los departamentos del sur de ER, gran parte de BA y también la zona central de SF y el norte de CB. Si bien las lluvias fueron excelentes a la hora de redimir a los cultivares del trajín que debieron soportar durante gran parte del mes de enero, en varios sectores de las provincias del centro fueron frecuentes los reportes de tiempo severo, es decir lluvias intensas con caída de granizo.

Una vez pasado el frente del día sábado, la masa de aire no cambió significativamente, más que nada no se redujo la humedad. Como decíamos la entrada de aire aún más cálido y húmedo durante el lunes descendiendo directamente desde zonas amazónicas, convergió en un escenario meteorológico de alta inestabilidad, lo cual se reflejó en las tormentas del martes por la noche. Este evento tuvo quizá una oferta más pareja, con tendencia promediar unos 40 milímetros.

Estas precipitaciones comenzaron a emparejar hacia arriba los niveles de humedad en el sudeste de SF y en el norte de BA, zonas que no habían recibido buenas precipitaciones en lo que va de febrero y que seguramente acusarán el impacto en los rendimientos de soja, así como la mayor parte de la provincia de ER.

Como resultado de las importantes precipitaciones de esta última semana, el cambio en el balance hídrico se ha ido consolidando hasta alcanzar un piso de reservas adecuadas, pero con vastos sectores que ostentan excesos, principalmente en la provincia de ER, que al cabo de la primera quincena de febrero pasó de la seca a la saturación hídrica. Son mínimas las áreas donde prevalecen las reservas regulares y es muy posible que las mismas desaparezcan como tales en las próximas horas.

El cambio en el patrón pluvial ha devenido en una notable mejora en la reserva de humedad de los suelos. Sin dejar de reconocer el impacto negativo de la seca de enero, entendemos que la campaña puede considerarse encaminada. Sin embargo, la gran variación que ha sufrido el patrón pluvial genera ahora un escenario donde el riesgo de los excesos hídricos es el que reaparece.

Dentro de una misma estación hemos tenido un comportamiento de las precipitaciones muy pendular. En noviembre diciembre, con El Niño a pleno sobre el centro norte de la Mesopotamia, el noreste de la región pampeana, el centro este y sudeste de CB y zonas del noroeste de BA, se mantuvieron siempre más cercanos a un nivel excesivo de reservas, mientras que en el resto del área la condición de humedad era más cercana a la normal.

Sin embargo enero transcurrió con una fuerte persistencia de una zona de alta presión que secaba y calentaba las masas de aire sobre gran parte del este de la región pampeana, esto consumió rápidamente las reservas, en momentos que los cultivares más tempranos comenzaban a aumentar su demanda. La segunda quincena de enero posiblemente haya sido la más delicada para esta campaña en cuanto a la pérdida de potencial que pueden haber sufrido los cultivos. Seguramente en el período que va entre el 15 de enero y el 5 de febrero habrá que buscar las explicaciones climáticas a la pérdida de kilos, principalmente en los cultivares que llegaron a floración más temprano.

Avanzamos en etapas de definición y por lo que se ve, las limitantes hídricas han quedado superadas. El escenario pluvial vuelve a verse influenciado por la presencia de El Niño, el transporte de humedad es muy eficiente y los bloqueos que generaron la estabilidad del mes de enero no se perfilan para reaparecer en el mediano plazo. Es más probable entonces un cierre de campaña con un escenario húmedo que con una reaparición de episodios de sequía como los de enero.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio
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