“La soja tiene muy alto potencial, hay que tratar de afinar la puntería, tratar de sacar el máximo rinde, y por supuesto, hay que usar un fungicida porque todas las enfermedades que hoy no vemos ya se vienen incubando”, alerta Lucrecia Couretot, Ing Agr MSc en manejo de enfermedades en cultivos extensivos y parte del equipo de Protección Vegetal de INTA Pergamino. Luego de una recorrida por ensayos de variedades en lotes de producción realizada en la última semana, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, Lucrecia advierte: “básicamente lo que vemos son enfermedades foliares, enfermedades de final de ciclo (EFC)”.
De hecho, cuenta con una primicia: “Recién me acaba de llegar una muestra con presencia de MOR, causada por Cercospora sojina, que sería una de las primeras detecciones para el norte de Buenos Aires”.
Folíolos de soja de primera en estadío R4 con síntomas de mancha ojo de rana. Identificación de conidióforos y conidios en laboratorio.
Por qué MOR. "Las condiciones climáticas registradas durante el mes de diciembre y las dos primeras semanas de enero, con lluvias frecuentes y temperaturas moderadas, favorecieron las infecciones tempranas y posterior desarrollo de mancha marrón", explica un trabajo recientemente elaborado por los técnicos Couretot, Parisi, Fernández, Magnone, Russian y Rubio.
“En estos días recibimos numerosas consultas por el avance de esta enfermedad que es crítica para el período comprendido entre floración y llenado de granos”, afirman allí.
Para cortar el ciclo de la enfermedad- que causa madurez anticipada del cultivo y afecta al llenado de granos- el equipo recomienda el uso de mezclas de principios activos con diferentes mecanismos de acción y respetando dosis de marbete.
“La mancha marrón es una enfermedad que progresa de estratos inferiores a superiores del cultivo, por lo cual llegar al estrato inferior con las aplicaciones de fungicidas es de gran importancia”, revela el informe de INTA Pergamino.
La calidad de la aplicación es fundamental para lograr la mayor eficacia en el tratamiento fungicida: "La correcta elección de pastillas para lograr gotas chicas, protegidas por coadyuvantes, es fundamental para realizar aplicaciones eficientes”.
Lluvias sí, lluvias no. La especialista continúa en su análisis: “las lluvias para el norte de Buenos Aires, entre mediados de enero y principios de febrero, fueron de escasas a nulas, no obstante se registran horas de mojado foliar y hasta el momento la mayoría de los lotes no presentarían estrés de tipo hídrico en soja de primera, sí moderado estrés en soja de segunda, ya sea sobre trigo, o sobre arvejas o sobre legumbre. Sin embargo la situación es variable a nivel de lote y de zonas, encontrándose algunos cultivos con estrés térmico”. Cabe decir que la entrevista a la Ing. Agr. fue realizada días antes de las lluvias del fin de semana largo.
El estado sanitario del cultivo, viene en relación a las lluvias. Después de su recorrida, Couretot explica que en soja se observan las llamadas “enfermedades de fin de ciclo”: mancha marrón (Cercopsora sojina) y tizón foliar por Cercospora kikuchii. “mancha marrón (MM) se mantienen con niveles moderados. Sí hay mucha pérdida de hojas en la parte inferior de la planta de soja, y la hay por MM pero también por defoliación, debido a que en los últimos días previos a nuestra recorrida, no había llovido. Esto hace que debamos proteger más las hojas”.
Con antecesor soja, donde la presión de EFC, sobre todo MM, es más alta, los lotes que ya está en R3/ R4 ya están siendo chequeados con fungicidas en estos días, para su control. Así lo cuenta Lucrecia al tiempo que explica: “es que estas EFC se denominan así porque los síntomas y signos se hacen visibles cuando el cultivo entra en su etapa final, pero son enfermedades con períodos de latencia largos”. La colonización de la planta por el patógeno se da en estadios tempranos, pero la sintomatología que indica su presencia se manifiesta mucho después, “cuando la planta está mandando toda esa energía a llenar los granos, que es cuando se encuentra más débil frente a la presencia de un patógeno”, detalla.
Es entonces cuando el consejo de la especialista en manejo de enfermedades se vuelve más firme: “es muy importante saber que aunque no las veamos, están, para realizar controles oportunos y sobre todo en aquellos lotes que han entrando en pleno llenado de granos”. Lo que su equipo recomienda es poner especial atención, “priorizar aquellos lotes que se van a guardar para semillas, proteger contra insectos, principalmente chinche, y enfermedades para mantener la calidad del grano hacia su madurez fisiológica”.
Durante la recorrida también se han observado lotes de soja con presencia de mancha foliar por Phyllosticta, “manchas de tipo B, que no representarían una enfermedad tan importante”.
Resalta sí como dato destacado que se está empezando a notar la presencia de tizón foliar con severidades aún bajas en esta última semana.
Luego, en su descripción de la recorrida también aparecen otras EFC como Phomopsis sojae y antracnosis: “las vemos mucho en tallos, ramificaciones y afectando las vainas”. Sobre estas afecciones, lo que puede suceder es que “si tenemos un fin de ciclo con lluvias abundantes o frecuentes con alta humedad relativa, esto puede afectar la calidad de grano tanto en peso del grano, como reduciendo el tamaño por presencia de enfermedades”, advierte Couretot. Este es su relevamiento en soja, en cuanto a las EFC principalmente.
También se observan otras enfermedades principalmente asociadas al sistema radicular como “muerte repentina”, causada por Fusarium tucumaniae y F. virguliforme. “Ya las vemos mucho en rodeo, afectando plantas en variedades susceptibles, en formación de vainas, con lo cual es una problemática importante. Para esto ya se están estudiando en EEUU muchos tratamientos de semillas y en nuestro país ya se está empezando a ver cómo se pueden tratar de controlar esta enfermedad con tratamiento de semilla, porque lo que se sabe de muerte repentina es que infectaría en las etapas iniciales del cultivo y después se manifiesta más adelante. Son muy silenciosas”, delinea la Ing. Agr.
El equipo que trabaja junto a Couretot también recibe muchas consultas puntuales de sintomatología no asociada a hongos o bacterias. “Son derivas de algunos agroquímicos ya sea de herbicidas o mezclas o en cabeceras que producen confusión con enfermedades foliares”.
Enfermedades en maíz. Hasta las fecha las enfermedades más importantes que ha encontrado el equipo de Protección Vegetal son roya común, tizón foliar y bacteriosis. “En cuanto a roya común, es muy importante en maíces tardíos porque es de lo que estamos hablando ahora, donde el microclima es otro al que atraviesa un maíz temprano. El maíz tardío saca hojas mucho más rápido porque se expone a temperaturas más altas que en un maíz temprano. Entonces tenemos que estar más atentos al monitoreo”, establece la especialista. Se refiere principalmente a tizón foliar, una enfermedad muy agresiva, “muy explosiva, a la que hay que controlarla con bajos niveles de severidad, en un 2/3%”.
Se dan asimismo algunas confusiones con bacteriosis que no se controlan con fungicidas. “Nosotros recibimos siempre muestras y ofrecemos el servicio para evitar aplicaciones innecesarias”, advierte Couretot. “Hacemos hincapié en el monitoreo frecuente tanto en roya como de tizón y en la anticipación correcta de enfermedades, ya que el maíz resulta difícil, no estamos tan acostumbrados y existen varias manchas y lesiones que imitan enfermedades de origen fúngico, a las que les llamamos mimic lessions”.
Año Niño. ¿Cuál sería el escenario para el cultivo de soja? “En los lotes que ha llovido muy bien, hasta tenemos presencia de esclerotinia, una enfermedad que hace mucho que no veíamos. Creemos que si llega a llover tanto como se dice, la soja tiene muy alto potencial, hay que tratar de afinar la puntería, tratar de sacar el máximo rinde, hay que usar un fungicida porque todas las enfermedades que hoy no vemos ya se vienen incubando y hay que tratar de cuidar, si antes no se hizo una aplicación o un control por la incertidumbre”, concluye Lucrecia Couretot. Puntualmente en el ahora, “Hay que tratar de controlar más que nada las EFC que van a afectar vainas”.
Desde Adama Argentina el Gerente de Estrategia de Mercado, Ing. en Producción Agropecuaria, Sebastián Coggiola recomienda el uso de Custodia en soja para EFC.
“Acerca del momento de aplicación, desde formación de vaina R3 hasta R5.5 o bien ante la aparición de los primeros síntomas, y la dosis recomendada es de 500 cc/ ha de Custodia + 500cc/ha de Coadyuvante Adama”, precisa.
Según Coggiola, vale la pena resaltar la obtención de altos retornos de inversión ante el uso de este fungicida. “Las experiencias de campo y ensayos durante varios años, permiten asegurar un incremento del rinde del cultivo de soja en torno a los 350 kg/ha vs testigo sin aplicación de Custodia”, concluye.