En medio de las subas de precios en servicios y mercaderías, el consumo de carne vacuna por habitante cayó en enero pasado un 7,2% respecto de igual mes de 2015, según informó ayer la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). El mes pasado se registró un promedio de 55,7 kilos por persona, mientras que en el mismo mes de 2015 había sido de 60 kilos.
La producción de carne en enero había ascendido a 215.000 toneladas res con
hueso, lo que en términos interanuales representó una retracción de 6,1%. Según
la entidad, esto implica que de las plantas frigoríficas salieron 14.000
toneladas menos de carne que en el inicio de 2015.
"El promedio de los cortes vacunos verificó un descenso de 1,9% mensual", indicó Ciccra, y remarcó que los precios promedio de venta al público en los supermercados son 20% más caros que en las carnicerías.
Respecto de los precios, para la entidad que agrupa a la industria cárnica,
en enero los valores de los cortes vacunos descendieron con relación a
diciembre, pero alertó que la baja fue inferior a la del precio del animal en
pie que se había registrado en el Mercado de Hacienda de Liniers entre diciembre
y enero.
Los precios de la carne tienen un fuerte impacto en los indicadores de inflación. El economista jefe del Ieral, Jorge Vasconcelos, cree que, aun considerando más de 10 puntos de "inflación correctiva" originada en la actualización de las tarifas y la devaluación del tipo de cambio, la variación de precios este año podría ubicarse entre 27 y 28% anual.
Para Vasconcelos, resulta lógica "la inquietud sindical, porque estos últimos meses ha recrudecido el fenómeno del contraste entre salarios viejos y precios nuevos, que se ha agudizado consecutivamente entre diciembre y enero, en los que los precios les ganaron a los salarios".