Como en otras dependencias oficiales, el Gobierno decidió poner la lupa sobre el Ministerio de Agroindustria. Según pudo saber LA NACION, allí ya fueron desvinculadas 330 personas. Se trata de contratados a los que se les terminó el vínculo laboral, trabajadores que estaban bajo la ley marco de empleo público y, paradójicamente, casos de quienes se presentaron a trabajar el 11 de diciembre (un día después de la asunción de Macri) sin haberlo hecho en los tres años anteriores.

Sin considerar organismos descentralizados como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a fines de 2015 el Ministerio de Agroindustria contaba con 4200 empleados. Con el recorte realizado se achicó casi 8%. No obstante, el proceso de revisión continúa adelante.

"Es un ministerio que, seguro, podría funcionar con menos gente. Estamos tratando de ser justos y hacemos esto [por las desvinculaciones] con mucha responsabilidad, ya que se trata de gente, pero había muchos contratos políticos, gente que tenía funciones políticas, poco específicas o no venía a trabajar. Hubo quienes empezaron a venir después del 11 de diciembre; aparecieron luego de tres años", señaló una fuente consultada de esa cartera. "El que trabaja se queda sin importar el color político", agregó.

En tanto, una persona a la que se le terminó el contrato dijo que se escucharon quejas por contratos caídos de trabajadores que cumplían funciones de 10 horas en esa dependencia desde hacía años.

Todas las áreas de Agroindustria están en análisis. Entre ellas está la Secretaría de Agricultura Familiar, que tiene entre 1300 y 1500 personas vinculadas. Según trascendió, allí habría muchos contratos políticos provenientes de la gestión que realizó el ex secretario de esa cartera y líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. "No estamos en contra de la agricultura familiar, pero queremos que la plata de la agricultura familiar llegue", contaron en el Ministerio de Agroindustria sobre la lupa en esa dependencia.

Entre otras cosas, las autoridades de Agroindustria encontraron un parque automotor sobredimensionado. El ministerio tiene en todo el país 700 vehículos. Muchos son usados por técnicos de las delegaciones, pero se cree que "con la mitad de autos se podría funcionar".

Sólo en Buenos Aires hay 70 choferes. De hecho, las autoridades se toparon con muchos más autos que choferes para el organismo en esta ciudad. A todo esto, en una delegación del interior observaron que había ocho camionetas para quince empleados.

Por ello, las autoridades están haciendo un rastreo del parque automotor. La gran mayoría de los 700 autos ya fue localizada, pero no en todos los casos había un registro preciso de quiénes los tenían.

"Autobaja"

Por otra parte, según contó otro informante al tanto de lo que ocurre en esa dependencia, quedó en espera un concurso para 463 cargos que venía de la gestión anterior.

"Mucha gente pasó la evaluación, pero después no entró y no tuvo más novedades sobre cómo seguía", indicó esa fuente, que había rendido para ocupar un cargo concursado.

En este contexto, según trascendió, también hubo una especie de "autobaja" de gente que estaba vinculada al Ministerio de Agroindustria, pero que no cumplía tareas. Es decir, con el cambio de gobierno, nunca más volvió a su oficina.

"En varias áreas se dio el caso de que muchos no aparecieron más por su trabajo; no sabemos aún cuántos", señaló una fuente.

Puerto triguero con más ventas

El 29 del mes pasado partió de Puerto Quequén el buque MV KAMRIN OSLO con destino a Tailandia con una carga de 60.500 toneladas de trigo. Después salió otro vapor con destino a Arabia Saudita con 73.700 toneladas de cebada. Ambos embarques se inscriben en estadísticas que muestran un enero superador tras las medidas del Gobierno para el agro. En rigor, en el primer mes del año Puerto Quequén operó 628.187 toneladas (todos los granos) y superó en 225.000 toneladas lo operado en el mismo período de 2015.