Lo que pocos contemplaban como posibilidad en un año "Niño", presentado como "amigable" para las labores agrícolas por su aporte de lluvias, ya es un hecho: falta humedad en amplias zonas productoras de granos de la Argentina. "Las magras precipitaciones y las temperaturas extremas de las últimas dos semanas de enero mantienen en vilo los cultivos de verano", aseguró ayer la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), a través de la Guía Estratégica para el Agro, que releva las condiciones de los cultivos en la zona núcleo de producción. Las áreas más comprometidas son el noroeste bonaerense y sureste de Santa Fe
En el detalle del estado de la soja, el reporte de la entidad destaca que al
este de la región núcleo, el marchitamiento del follaje enciende una alarma. "El
64% de los cuadros está fructificando y si no aparece la lluvia, hay riesgos de
caída de vainas. El 9% de la región se califica en condición regular por la
falta de precipitaciones y los primeros indicios de rindes marcan 2 a 6
quintales abajo de la campaña pasada, en la que se obtuvieron 43 quintales".
Sobre la soja de segunda destacó que aún "no logra pasar la altura del rastrojo
y que presenta dificultad para alcanzar su índice de área foliar crítico". En
contraste, el reporte apunta que en el oeste de la región las condiciones
climáticas fueron beneficiosas para contraer los excesos hídricos.
En cuanto al maíz, la BCR indicó que las temperaturas superiores a los 35°C afectan su normal desarrollo. "El nordeste bonaerense fue esquivado por las lluvias en el periodo crítico del maíz temprano (principios de enero), lo que, combinado con las altas temperaturas, resultó en una pérdida del número de granos, componente clave del rinde. En esa zona se reportan pérdidas importantes y los rindes oscilarían de 60 a 80 quintales."
El informe agrega que si bien las raíces consiguen extraer agua de las capas inferiores del suelo, las temperaturas extremas afectan el normal proceso de llenado de granos. "La etapa se acelera y al mismo tiempo se acorta, dando como resultado un grano de menor peso. Con el quemado de las hojas basales, el pronóstico de rinde cae 2 quintales respecto de los 100 qq previstos anteriormente."