El sorpresivo triunfo de María Eugenia Vidal en la elección de ayer obliga al
sciolismo a avanzar en una compleja transición del gobierno bonaerense. En ambas
partes todavía hay incertidumbre, desde el PRO tienen que comenzar a conformar
los equipos para gobernar y el sciolismo está abocado a reformular la campaña de
cara al balotaje.
Sin embargo, se pueden anticipar algunos rasgos de esta transición que tendrá el condimento de realizarse nada menos que en medio de la campaña hacia un ballotage y en donde se deberá además, discutir las pautas básicas del presupuesto 2016, el complejo cálculo de gastos y recursos para el próximo año que deberá girarse a la Legislatura antes de la segunda vuelta.
Distintas fuentes del sciolismo consultadas por LPO, coincidieron en que la transición será de carácter meramente técnico. Sin figuras importantes del gabinete sciolista. Es que saben que de cada encuentro entre sciolistas y macristas saldrán denuncias sobre el estado en el que Daniel Scioli deja la provincia. "Sin dudas la transición se va a meter en la campaña por el balotage", afirmó a LPO una fuente del gobierno.
En el sciolismo confirmaron que la transición quedará a cargo de técnicos, sin la presencia de figuras políticas. Temen que surjan denuncias por el estado en el que entrega la provicnia Scioli.
Desde el entorno de Vidal, por el contrario le bajaron el tono a la transición. En diálogo con LPO, las fuentes aseguraron que recién en los próximos días comenzarán a establecer contactos con el gobierno provincial.
Pero la transición quedará además atravesada por la necesidad de intercambiar entre sciolistas y macristas lineamientos por el Presupuesto para el próximo año. El ejercicio actual fijó un cálculo de poco más de $246.000 millones y se estima que el estimado para el próximo año podría rondar los $300.000 millones, que deberá administrar Vidal a partir del año que viene.
En rigor, hasta anoche no hubo preocupación en el sciolismo por la transición toda vez que descontaban que el gobierno provincial quedaría en manos del peronismo. La seguridad de un triunfo de Aníbal despejaba además cualquier tensión sobre la negociación del presupuesto.
Ahora, referentes del sciolismo, confirmaron a LPO que todavía no se resolvió cómo avanzar con el presupuesto y subrayaron que deberán esperar a que Vidal defina un equipo de asesores de perfil técnico, para iniciar las reuniones donde se debería empezar a discutir una transición que claramente tendrá el foco sobre lo económico.
En cuanto al presupuesto, en los últimos años nunca dejó de presentarse entre la primera quincena de octubre y primera de noviembre. Los plazos institucionales ya están vencidos.
Pero además hay otro detalle. Los presupuestos que Scioli giró a la Legislatura nunca incluyeron partidas para los aumentos salariales de ese ejercicio con la excusa de no condicionar la discusión con los gremios.
Habrá que ver que opina ahora Vidal de esa mecánica. Por las dudas, los gremios estatales ya empezaron a mostrar los dientes y por lo bajo prometen duros conflictos si el macrismo intenta aplicarles algún tipo de ajuste.