El coordinador de energías no convencionales del Instituto Argentino de Energía (IAE) y autor del libro "Energías Renovables en Argentina, Luis Rotaeche, analiza la nueva ley de energías renovables, que propone actualizaciones a la ley 26.190, con vistas a lograr que un 8 por ciento de la matriz eléctrica en 2017 esté conformado por energías renovables y un 20 por ciento en 2025, según informó el portal Energía Estratégica.
Tenemos en el país casi veinte años de política pública para promover las energías renovables no convencionales (ERNC) que no ha obtenido mayores resultados. Durante ese período apenas se han instalado 250 MW de energía eólica y solar, menos del uno por ciento de nuestro sistema eléctrico y un uno o dos por ciento de lo que se ha instalado en Latinoamérica en ERNC. Y ello a un costo alto para el país.
La esencia de la nueva norma parece centrarse en que la falta de financiamiento externo que tiene el país y sus proyectos, los problemas patrimoniales de Cammesa y el pecado original de ENARSA se solucionan exigiendo a los grandes consumidores, y solo a ellos, que garanticen con su patrimonio los nuevos proyectos.
La nueva ley recién aprobada cambia una vez más la forma de promoción, convirtiéndola en un sistema de cupos, que se les exige, sin explicar la razón, solo a los grandes consumidores, se reitera. Sistema este que se usa en pocos países y mucho más organizado que el nuestro, Chile entre ellos, donde se exige su cumplimiento a toda la demanda.
El nombre de la nueva ley no se ajusta a su objetivo ya que con ella solo la energía eólica, y eventualmente la solar, serían promovidas, y no las renovables en general como pretende su título.